¿Público o privado?
El objetivo final de una empresa pública no es ganar dinero, no es obtener beneficios económicos. Una empresa pública tiene como finalidad otorgar un servicio a la ciudadanía.
El objetivo final de una empresa pública no es ganar dinero, no es obtener beneficios económicos. Una empresa pública tiene como finalidad otorgar un servicio a la ciudadanía.
Despedimos 2017 y es buen momento para hacer balance. En Torrelavega no podemos hacer menos, y dicho balance, a nivel político, sigue siendo muy pobre. Un 2017, que como 2015 y 2016 se despide sin ningún logro reseñable que añadir al haber del Equipo de Gobierno. Y afrontamos un 2018 y me temo que un 2019 igual de vacío de contenido que los anteriores.
El domingo despertamos en Torrelavega con la noticia de que una “intervención policial rutinaria” en un conocido bar se había saldado con la identificación de hasta sesenta y tres menores de edad. El concejal de seguridad ciudadana, Pedro P. Noriega, se ha mostrado muy sorprendido por el hecho de que tantos menores se encontrasen un sábado a esas horas en un bar. ¿Sorprendido, Pedro? ¿De verdad?
Cualquier habitante de Torrelavega, o cualquiera que haya visitado la ciudad, aunque solo lo haya hecho una vez, echara a faltar el Palacio Municipal “Demetrio Herrero”.
Crear conciencia de concordia y explorar posibilidades para la razón es la tarea a la que están llamadas las personas evolucionadas. Pero abundan los que se empeñan en encender las mechas del odio.
La Plaza Roja es de la gente de Torrelavega, que por supuesto puede tomarse tranquilamente una cerveza en una terraza, pero los niños tienen derecho a jugar. El bienestar de un cliente nunca se puede anteponer al derecho a jugar de los niños.
Igual que señalamos al PP y al PSOE como “la casta” o “la trama”, debemos perder el miedo a señalar también al PRC de Revilla. Su negativa a cumplir con el pacto de investidura (a cambio de la abstención de Podemos) demuestra que nunca tuvieron voluntad de cambio, ni de hacer políticas por y para la mayoría social de Cantabria.
La gente de Podemos en Movimiento estamos viendo este enfrentamiento desde la primera línea, llamando constantemente a la paz y al sano y constructivo debate.
El ‘número e’ es como el ‘número pi’: no lo entiende ni dios
Medidas absolutamente necesarias para sacar a Torrelavega del terrible marasmo económico y laboral en el que se encuentra
La política en este país es un chiste de Eugenio, una película de Jim Carrey, un penalti que acaba en el banderín de córner. Casi todo es mentira, menos la pasta que van a apercollarse los ‘mesiés’ y las damas de las Cortes incluso con una nueva legislatura fallida.
Si un día les vienen mal dadas -si es que no les han venido ya-, siempre podrán acordarse del Gobierno y decir quién fuera el Racing.
Presidente del Tribunal nº 1 de la Especialidad de Inglés y Profesor de Inglés en el IES La Albericia
Inglaterra acaba de dejar sin futuro al resto de la Unión Europea. Se puede decir más alto, pero no más claro. Las versiones complacientes y optimistas que se están dando sobre el resultado del referéndum inglés y lo que va a ocurrir a partir de ahora, no hacen otra cosa que agrandar la brecha del escaso o nulo entendimiento que hay entre Bruselas, los gobiernos europeos, y los ciudadanos de a pié de calle que habitan en ciudades y pueblos de países con serios problemas que ya no se miran bien.
Cada día está más claro que Unidos Podemos no es “ningún peligroso bolchevique”, pero aun así la coalición provoca rechazo en lo más recalcitrante de la España eterna. Unidos Podemos es Rodríguez, es Cañamero y son muchos otros más que hasta hace cuatro días tenían que ver tan poco como el jornalero y el general.