BALONMANO
Empate de justicia
El Balonmano Torrelavega firmó las tablas frente al BM Alarcos – Ciudad Real en un partido sin excesivo brillo pero repleto de intensidad
El Balonmano Torrelavega empató a 23 frente al BM Alarcos Ciudad Real en un partido de locos que pudo caer de cualquier lado. Si bien es cierto que fueron los foráneos los llevaron la iniciativa durante buena parte del choque, es igualmente verdad que los locales dispusieron de una pelota para que los dos puntos se quedase en casa.
El partido comenzó igual que de gris que el día en Torrelavega. Ni unos ni otros lograban imponer su estilo y el choque era un carrusel de pérdidas y errores no forzados. Los de Soto de estrellaron dos lanzamientos a la madera en menos de tres minutos. Ambas escuadras defendían 6 – 0 y los ataques no acaban de encontrar la manera de lanzar con claridad. Dalmau Huix igualaba a dos con un lanzamiento tras bote.
A pesar de que el marcador era parejo, BM Alarcos Cuidad Real tenía un punto más de clarividencia que le bastaba para llevar la iniciativa. Más aún cuando un híper acelerado Marcos Dorado acumulaba dos exclusiones en menos de once minutos. Los de Javi Márquez aprovecharon la situación para hacerse con una renta de dos tantos. Restablecida la igualdad numérica, la dinámica del choque no mejoró para los locales. Un pérdida de balón culminada por Juan Lumbreras establecía el 4 – 7 y forzaba el tiempo muerto de Soto.
Tras el receso, el técnico local cambió toda la primera línea buscando un poco más de profundidad en ataque. Cuando Sergio Rodríguez encontró el camino del gol, su equipo estaba ya tres goles por detrás, 5 – 8. A los naranjas les faltaba continuidad ofensiva para tratar de enjugar la ventaja visitante y un poco más de contundencia atrás.
Soto dio entrada a Nico Colunga para defender 5 – 1 y el conjunto de casa ganó en frescura. La zaga naranja dio un paso al frente y la hinchada del Trueba le ayudó a dar el siguiente. En la otra parte de la pista, Genio González puso en pie a la grada con dos acciones eléctricas. El central forzó una exclusión y marcó un gol gracias a unos fundamentos técnicos portentosos.
Un rifirrafe entre miembros del banquillo visitantes con parte de la hinchada local terminó de encender un partido de alto voltaje. Marcos Dorado marcó el 10 – 11. El tiempo muerto manchego no se hizo esperar pero no apagó los ánimos de choque repleto de roces y piques. Edu Fernández empató el choque sobre la bocina. Más emoción, imposible.
A pesar de estar en inferioridad, BM Alarcos Ciudad Real fue el primero en desenfundar. Una buena circulación culminada por el pivote abría una segunda mitad que se prometía tan tensa como la primera. Cuando los visitantes parecían hacerse con el mando del juego, Brian Negrete se autoexcluyó dos veces. Primero empujó a Vicente Benito con el partido parado y luego entró mal en un cambio. Aún así, Portero se las ingenió para marcar un golazo en apoyo que ponía en jaque a los de Soto, 12 – 14.
En la acción siguiente, Portero pasó de héroe a villano. El jugador manchego llegó tarde a una ayuda y arrolló a Vicente Benito. El extremo tuvo que abandonar el partido y Portero vio la tarjeta azul. José Carlos Hernández aprovechó el entuerto para marcar de penalti y comprimir el electrónico.
Tras un sinfín de interrupciones y un millar de protestas a unos árbitros muy desacertados, El partido recuperó la fluidez del primer acto. BM Alarco – Ciudad Real seguía mandando ante un Balonmano Torrelavega que no terminaba de aprovechar sus oportunidades para empatar. Nico Colunga voló contra todos para firmar el 15 – 16. El canterano era el que aportaba más lucidez ofensiva y sus compañeros lo agradecían. Un recuperado Vicente Benito igualaba a 17 en el minuto 45. Partido nuevo de tan solo un cuarto de hora.
Una exclusión, la tercera, de Marcos Dorado parecía allanar el camino del conjunto visitante. Sin embargo, la genialidad de un Colunga en estado de gracia evitó un despegue manchego que hubiese sido letal. Con 19 – 20, Soto pidió un tiempo muerto. Había que reordenar las ideas para encarar el final del choque con garantías. Su pizarra dibujó una jugada que dejó a Nico Colunga solo delante del arco pero que el canterano no pudo aprovechar. Fue su única mácula en un partido casi perfecto. Su error no tardó en ser enmendado. Vicente Benito igualaba desde la esquina y Saúl Campo culminaba la remontada con un robo y gol a la contra. Un parcial de 3 – 0 que volteaba el marcador y ponía patas arriba la grada del Trueba (21 – 20)
Tras el tiempo muerto de Márquez, llegó la igualada de Beret y los nervios naranjas. Los cántabros desperdiciaron dos ataques para ponerse por delante. Molina encogió el corazón local al establecer el 21 – 22. Esta vez, fue Saúl Campo el que llegó al rescate con un zurdazo a falta de 2:30 para el final. Con empate a 22, un experimentado Beret fintó a la perfección, marcó y provocó la exclusión de Pepe Oliver.
Cuando peor pintaban las cosas, el particular hombre de hielo del Balonmano Torrelavega marcó el gol de la esperanza. Sergio Rodríguez se coló hasta seis metros y fusiló a Revuelta. Restaba un minuto para el final y el milagro cobró forma en una defensa antológica. Primero la robó Saúl Campo, luego se la dejó atrás, Murillo sacó una mano increíble y en el rechace, Sergio Rodríguez provocó una falta en ataque.
Con 20 segundos por jugarse, Soto pidió tiempo. Había una bala para llevarse el partido. Una sola opción. Los de casa se la jugaron sin portero pero la acción no salió tal y como toda la afición la imaginaba. Sergio Rodríguez lanzó muy desequilibrado y Revuelta repelió la pelota. Al final, el Balonmano Torrelavega se mantiene imbatido por sexta jornada consecutiva en un partido que pudo ganar cualquiera.