Por otro lado, el Consistorio ha pactado con la Asociación de Hostelería que los establecimientos que lo soliciten puedan apilar el mobiliario en el exterior.
La asociación señala que el Ayuntamiento hizo "caso omiso" a las reuniones mantenidas entre ambas.
Pérez Noriega ha explicado que 253 establecimientos recibirán la liquidación, un número "muy similar" a las solicitudes presentadas en el Ayuntamiento. Unas 200 ya han sido revisadas y el resto lo serán en las próximas semanas.
Una normativa que, entre otros aspectos, establece la obligatoriedad de que "todos" los establecimientos hosteleros del municipio deban solicitar "el alta" de sus terrazas antes del 30 de junio.
La ordenanza de terrazas es “muy trabajada, justa, que no perjudica a nadie, buena para los ciudadanos y para los hosteleros, que no busca más ingresos”.
“Aunque los planteamientos iniciales que sostienen la reforma son razonables, el resultado final de la misma está generando caos, desorden y mucho malestar tanto en el sector hostelero como en los ciudadanos”, aseguran.
Ha explicado que la falta de documentación "imprescindible" sobre el numero de terrazas, el suelo que ocupan, dónde y cómo se distribuyen, la relación con los espacios de tránsito dependiendo de su ubicación y las medidas de control para que se cumpla la normativa son los principales puntos de desencuentro.
“Desde el principio” de la redacción del documento se “permite” una publicidad “normal” en sillas, mesas y veladores, y que los hosteleros puedan mantener el mobiliario actual con la correspondiente publicidad.