El Refugio Canino de Torres es una asociación sin ánimo de lucro compuesta tan solo de voluntarios que desarrollan su trabajo por el amor a los perros. Su lucha se centra en velar por los derechos de los animales maltratados y abandonados, así como en ofrecerles los mejores cuidados veterinarios para más adelante buscarlos un hogar adecuado. 

El proyecto comenzó gracias a la labor de varios voluntarios los cuales observaron que multitud de perros abandonados se alojaban con una mujer. Las condiciones no eran las adecuadas para los canes, con lo cual, se la denunció a la Consejería. ASPACAN, la asociación sin ánimo de lucro que gestiona el refugio en Laredo, iba a encargarse de los animales, pero finalmente, el 1 de marzo de 2011 se creó el Refugio Canino de Torres debido a que la mayoría de los voluntarios residían en Torrelavega o alrededores.

“Dudamos que en algún momento se vaya a acabar con el abandono”, así lo declara la Asociación. La ciudadanía no es responsable y tampoco las leyes ayudan a que esto cambie. En muchos casos los perros no son deseados o no se los toma como parte de la familia. “Existen multitud de camadas de cachorros no deseados y abandonados sin esterilizar”. “Vemos bastante difícil que esta situación cambie, sin embargo, observamos que la gente cada vez más está más concienciada con nuestra causa”, apuntan las responsables.

“Tenemos una capacidad para unos 90 o 100 perros y no queremos tener más canes de los que podemos albergar”. La búsqueda de hogar de los perros del refugio ha cambiado en los últimos años, y ahora la difusión se realiza, entre otras formas, por Facebook.

La mayoría de los ingresos de la asociación vienen gracias a los socios y a los padrinos, también ponen huchas en establecimientos, hacen mercadillos, venden tazas, camisetas etc. También reciben financiación de donaciones puntuales o a través de la cuota de socio que son entorno a 60 y 70 euros al año. “Nos buscamos la vida”.

Actualmente el refugio alberga a 85 perros, aunque 12 más se encuentran en acogida, por lo que hacen un total de casi 100 animales de los que están al cuidado. En total son unas 30 personas voluntarias las que se hacen cargo de los canes, aunque también hay multitud de personas que van a pasear a los perros. “Toda ayuda es necesaria por muy pequeña que parezca”.

A la hora de adoptar un perro es necesario realizar una entrevista personal para saber en qué tipo de condiciones va a vivir el can. “Nosotros adecuamos el perro a las condiciones de la persona, no vamos a poner un perro juguetón y travieso a una persona mayor por ejemplo”. Se les entrega los perros en regla, es decir, esterilizados, con chip y con todas las vacunas, por esta misma razón se solicita el abono de 120 euros a pesar de que no cubre todos los gastos.

“Siempre decimos que cuando adoptas a un perro ayudas doblemente porque ayudas a un animal que ha sido abandonado dándole un nuevo hogar y ayudas a otro otorgándole la posibilidad de entrar en el refugio”. Existe la triste realidad de la preferencia de los “perros de escaparate” frente a los “de perrera”. “Nos debe de dar lo mismo que sea de raza o no”, concluyen desde el Refugio Canino.