El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga Martínez, ha recibido a los representantes de la Plataforma Salvar la Magdalena, con quienes se ha comprometido a trasladar sus quejas y reivindicaciones sobre los diques que se construyen en las playas de la Bahía de Santander a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a quien ya informó de la "oposición social" a este proyecto en una reciente visita a la ciudad.

El también secretario general del PSOE regional se ha entrevistado con portavoces del colectivo: Javier Gómez-Acebo Laso, Manuel Zúñiga Pérez-Lemaur, Domingo de la Lastra Valdor y Eduardo Manzaneres del Campo, que le expusieron su "preocupación" por la construcción de los espigones y expresaron su oposición al proyecto con varios informes técnicos.

Zuloaga se mostró "encantado de escuchar y atender la preocupación" de la agrupación, "que también es la mía", apostilló. Y les indicó que ahora "toca esperar" la respuesta de la ministra.

En este sentido, les recordó que hasta finales de septiembre "estamos en stand by" -dijo- por la paralización de la obra en verano. Además, el dirigente socialista se sumó al sentir de la plataforma al expresar que "ojalá la situación fuera otra y no hubiéramos tenido que llegar a este escenario". Pero "para todo hay soluciones técnicas", remachó.

Por su parte, la plataforma aportó varios informes técnicos sobre los "daños medioambientales, paisajísticos, y arqueológicos que la obra puede producir" en un entorno calificado como "emblema de la ciudad durante el último siglo". Y denunció que para promover la obra las autoridades mostraron "expedientes falseados, con infografías que presentan 80 metros menos en 200 para el espigón".

El colectivo afirmó que "no quiere los espigones" y aseguró que luchan no solo por la paralización de la obra, sino para que se revierta y la playa quede como antes de una intervención, "un disparate que bajo ningún concepto Santander y Cantabria se pueden permitir".

Así, denunciaron que el proceso de participación ciudadana que esgrime el Ayuntamiento de Santander -gobernado por el PP- es "un paripé" y solicitaron que, una vez se "retiren" los espigones, "se abra este tipo de intervenciones a la participación y nos tomemos el tiempo necesario para decidir". En este sentido, Zuloaga comentó que "las administraciones se tienen que abrir a la participación porque si no pasa esto", algo que "ya ocurrió en Santander con la senda costera", agregó.

La plataforma aprovechó la reunión para exponer otras alternativas, como continuar con el relleno periódico de la playa como hasta ahora se hacía. "No tiene sentido gastar 2.300.000 euros en los diques cuando el relleno cuesta solo entre 40.000 y 80.000 euros al año. Con lo que se ha gastado daría para 30 años de rellenos y no destrozarían la playa más bonita del norte de España con unos espigones a los que la gente ni siquiera se va a poder acercar", manifestaron.