EDUCACIÓN
La evaluación final de la ESO se podrá realizar este año a partir de abril
El ministerio señala que si lo consideran conveniente, las comunidades autónomas podrán elevar esta muestra o hacer la evaluación final con carácter censal.
Las comunidades autónomas podrán realizar la evaluación final de la ESO de la LOMCE durante los meses de abril, mayo y junio este curso 2017-2018, según la orden anual del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por la que se regulan las pruebas, publicada este martes 30 de enero en el Boletín Oficial del Estado.
El aumento del plazo para la realización de esta evaluación, que de nuevo no será necesaria su superación para obtener el título de la etapa, es la única diferencia con respecto al curso pasado --solo mayo y junio--, ya que el resto de características se mantienen.
Así, esta evaluación tiene una finalidad diagnóstica y es muestral: las Administraciones educativas seleccionarán un número representativo del alumnado de 4º curso de ESO y comprobarán el grado de adquisición de las competencias básicas matemática, lingüística y social y cívica.
Con la finalidad de garantizar la homogeneidad y estandarización de las pruebas, sus características y diseño, el ministerio determina los estándares a tener en cuenta en la evaluación y los pesos orientativos que corresponden a los bloques de contenidos de las materias, el tiempo de aplicación y la tipología de las preguntas.
Las pruebas se realizarán durante cuatro días en el último trimestre lectivo del curso 2017-2018, aunque las comunidades autónomas con lengua cooficial podrán disponer de un día más. Cada una de las pruebas tendrá una duración de 60 minutos, con descansos entre pruebas consecutivas de un mínimo de 15 minutos.
De forma simultánea a la celebración de la evaluación de Educación Secundaria Obligatoria se aplicará el cuestionario de contexto para el alumnado, anónimo y confidencial.
El Ministerio de educación sostiene que los informes de resultados permitirán a las Administraciones educativas conocer los resultados académicos de sus alumnos y centros y contextualizarlos con factores como la tasa de repetición, el absentismo escolar, el grado de satisfacción del alumnado y factores socioeconómicos y socioculturales, entre otros.