TRÁFICO
La DGT intensificará el control a los conductores de furgonetas
El número de accidentes con furgonetas ha aumentado un 54% entre 2012 y 2017.
La Dirección General de Tráfico (DGT) intensificará la vigilancia y el control a los conductores de furgonetas desde este lunes 26 de noviembre al jueves 29, un tipo de vehículo que ah visto duplicadas sus cifras de siniestralidad vial en los últimos cinco años.
Según informa Tráfico, durante estos cuatro días se establecerán puntos de control en las carreteras, sobre todo en las convencionales, al ser estas las que mayor índice de siniestralidad registran, así como en zonas próximas a centros comerciales, polígonos industriales y lugares de carga y descarga. Los controles también se realizarán durante la noche.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico y el resto de policías autonómicos y locales que se sumen a la campaña, controlarán la velocidad a la que circulan, el exceso de peso, los defectos técnicos del vehículo, el buen estado de los neumáticos, la seguridad de la carga transportada, la documentación del vehículo y conductor, el uso del cinturón de seguridad, la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas o la utilización del teléfono móvil, entre otros.
El transporte de mercancías (camiones y furgonetas) representa el segundo tipo de vehículos más numeroso que circula por las carreteras españolas. Dentro de los vehículos ligeros de transporte de mercancías, las furgonetas suponen el número de vehículos mayoritario --con 2,3 millones, el 7% del parque de vehículos--.
En 2017, las furgonetas estuvieron implicadas en 11.150 accidentes con víctimas en los que fallecieron 243 personas, lo que supone el 11% del total de accidentes con víctimas y el 13% del total de fallecidos del año pasado. De los 243 fallecidos, 90 eran ocupantes de las furgonetas y 153 eran personas que viajaban en otros vehículos.
Aunque la mitad de los accidentes con víctimas se produjeron en vía urbana, son las carreteras interurbanas donde se producen los accidentes más lesivos, pues 84 de los 90 ocupantes de furgoneta fallecidos en 2017 tuvieron lugar en estas vías.
En Cantabria, a lo largo de 2017 se registraron 2.641 accidentes de tráfico, en 241 de los cuales se vieron implicadas furgonetas (9% del total), con el resultado de 3 fallecidos (usuarios de furgonetas que, como consecuencia de avería/pinchazo salieron del vehículo y fueron víctimas de atropellos), cinco heridos graves y 123 que no precisaron de hospitalización.
En los 10 primeros meses de este año, en la región se han contabilizado 173 los accidentes con furgonetas, que han dejado cinco heridos graves y 69 que no fueron hospitalizados.
AUGE DEL COMERCIO ELECTRÓNICO
Según destaca la DGT, el número de accidentes con furgonetas ha aumentado un 54% entre 2012 y 2017, pasando de 7.217 a 11.150, mientras que en autopistas y autovías se ha multiplicado por dos.
En este sentido, Tráfico recuerda que según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el mercado del comercio electrónico ha crecido a un ritmo anual de entre el 21 y el 26% durante los últimos tres años.
Esto implica, a juicio de la DGT, un mayor volumen de circulación de furgonetas en ciudades y carreteras; un aumento del riesgo de distracciones por manejo del GPS o el móvil; riesgo de mala disposición de la carga por falta de tiempo y formación; o riesgo de mal estacionamiento por las entregas, dificultando la visibilidad.
El accidente más común en furgonetas ocurre por distracciones y en alcance trasero contra turismo por no mantener el intervalo de seguridad. Según el estudio de Fundación Línea Directa e INTRAS, el 10% de los conductores profesionales de furgonetas tienen jornadas de 8 a 12 horas.
Además de haberse duplicado las cifras de siniestralidad vial en este tipo de vehículos, Tráfico destaca las diferencias en la conducción entre furgonetas y turismos, a pesar de que para ambos se necesita el permiso de conducción B.
Según recuerda el organismo, las furgonetas suelen ser utilizados para transporte rápido de mercancías, de ahí que sea un vehículo principalmente de uso laboral; y el peso total del vehículo es 2 ó 3 veces más elevado que el de un turismo, y más altas que un coche, lo que aumenta su inestabilidad y su sensibilidad a los vientos laterales, entre otras cuestiones.