TRIBUNALES
El acusado de tocar los genitales a un menor asegura que no estaba en la localidad cuando se produjeron los hechos
El niño ha reiterado que el acusado se le puso "a la par" en la calle y le tocó los genitales.
El acusado de abusos sexuales por tocar los genitales a un menor de 13 años en Noja, en julio de 2018, ha negado los hechos y ha asegurado que ni siquiera estuvo en la localidad en esa fecha, mientras la víctima se ha ratificado en su declaración y se ha mostrado "seguro" de que el culpable fue el hombre al que señaló en una rueda de reconocimiento. El niño, que ha declarado por videoconferencia junto a su madre, ha reiterado que el acusado, de 60 años y condenado por los mismos delitos en 2012 y 2014, se le puso "a la par" en la calle y le tocó los genitales, y tras preguntarle qué hacía se levantó la camiseta y le enseñó el pene, ya que solo llevaba una especie de red "como la del interior de los bañadores". A continuación, le dijo que si quería probar y él salió corriendo, ha relatado. Tal y como ha contado, unos días más tarde, mientras paseaba en bicicleta, reconoció al hombre conduciendo por la misma zona y tomó la matrícula del vehículo para adjuntarla a la denuncia que había puesto el día después de lo ocurrido.
Por su parte, el acusado ha negado haber estado en Noja el día de los hechos, ya que, debido a que se encontraba en libertad vigilada por delitos anteriores de la misma naturaleza, solo tenía autorización para ir de Santander a Gama, donde tiene un negocio de compraventa de coches. Además, aunque ha reconocido que el coche con la matrícula que facilitó el menor a la Guardia Civil era suyo, ha negado también haber estado en el municipio el día que la víctima asegura haberle visto de nuevo, ya que según ha dicho, ese día era fiesta en Santander (25 de julio) y estuvo todo el día cuidando a su madre. En este sentido, ha explicado que el coche estaba en venta y que no lo conducía él, por lo que ha dicho que puede que el menor se haya confundido de matrícula o que le haya confundido a él con otra persona que podría ir conduciendo para probar el vehículo antes de comprarlo.
La defensa ha destacado "irregularidades" durante la rueda de reconocimiento que tuvo lugar en el penal de El Dueso
PIDEN OCHO AÑOS DE PRISIÓN
En el juicio, que se ha celebrado este martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, la Fiscalía ha mantenido su petición de ocho años de cárcel para el acusado, siete por un delito de abuso sexual a menor de 16 años y uno por quebrantamiento de las medidas de libertad vigilada que le impedían salir de Santander.
Así, ha solicitado la pena superior en grado por multirreincidencia, ya que el hombre había sido ya condenado por abusos sexuales a menores en 2012 y 2014. Además, ha pedido 10 años de libertad vigilada, ocho de prohibición de acercamiento a la víctima y que se aplique el atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ha abonado los 1.000 euros que se le solicitaron por daños morales.
Por su parte, su defensa ha señalado que se ha abonado esa cantidad "cautelarmente" y ha considerado que la Fiscalía ha vulnerado el principio de proporcionalidad, ya que, a su juicio, es "absolutamente desproporcionado" pedir ocho años por los hechos que ha relatado el menor. Así, éste ha solicitado la libre absolución porque "no hay ninguna prueba que destruya la presunción de inocencia" y porque ha encontrado varias "irregularidades" tanto en el juicio como en las diligencias previas, como que el menor haya declarado por videoconferencia o que no se le haya sometido hoy al reconocimiento del acusado. "La prueba fundamental no se ha practicado", ha dicho.
Además, la defensa ha destacado "irregularidades" durante la rueda de reconocimiento que tuvo lugar en el penal de El Dueso, ya que, según el letrado, el menor tuvo dudas y la juez le hizo "preguntas sugerentes", además de que el acusado se expuso en primer plano "casi el triple de tiempo" que el resto de los figurantes.
Como segunda opción, ha pedido que se condene al acusado por un delito leve de coacciones en caso de considerarle culpable, ya que lo ocurrido fue "un toque sutil y fugaz por encima de la ropa" y "no fue realizado con instinto sexual".