Cantabria contará este invierno con un total de 43 máquinas quitanieves, 38 de empuje y 5 dinámicas, con 16.100 toneladas de fundentes, y 822.000 litros de salmuera para contrarrestar los efectos de los temporales en sus principales carreteras este invierno. Así lo establece el Protocolo de Coordinación de Actuaciones de los Órganos de la Administración General del Estado, aprobado este miércoles en la Comisión de Vialidad Invernal, presidida por el delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga.

El protocolo actuará en 228 kilómetros de autovías y 393 kilómetros de carreteras convencionales de la comunidad, según ha informado en un comunicado la Delegación del Gobierno. Incluye las autovías de la Meseta (A-67) y del Cantábrico (A-8), además de la S-10; S-20 y S-30; N-611; N-621; N-623; N-629; N-634; N-635, y N-636.

En lo que se refiere a medios humanos, alrededor de 130 de personas, en colaboración con la Jefatura Provincial de Tráfico y la Guardia Civil de Tráfico, trabajarán en el operativo. También participarán, por parte de la Administración General del Estado, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Unidad de Protección y Emergencias de la Delegación del Gobierno de Cantabria, y, por parte del Gobierno de Cantabria, tomará parte la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y la Dirección General de Obras Públicas.

PANEL LUMINOSO EN REINOSA

Además, se podrá contar con las tres cámaras de video en diversos puntos kilométricos de la A-67, entre Reinosa y Aguilar de Campoo, con la finalidad de poder conocer, en tiempo real, el estado de la calzadas y del tráfico. Las imágenes captadas por estas cámaras son enviadas al Centro de Gestión de Tráfico de Valladolid, que gestiona el tráfico de Castilla y León, Cantabria y Asturias, para ayudar a la DGT y la Guardia Civil a que adopten las mejores decisiones posibles.

En Cantabria las cámaras están instaladas en los puntos kilométricos 121,700 (vertiente sur del Pozazal), 129,300 (vertiente norte del Pozazal y entrada sur a Reinosa) y 137,950 (entrada norte de Reinosa). Además de estas cámaras, existen paneles luminosos en la A-67 y en la N-611 y N-629 para informar en tiempo real de las posibles incidencias de tráfico.

Durante la reunión, también se ha informado de la próxima entrada en funcionamiento de un panel informativo en Reinosa para informar a los usuarios de Alto Campoo del estado de la carretera y la disponibilidad de plazas en su aparcamiento.

TRANSPORTE FERROVIARIO

Además del protocolo relativo a las carreteras, en la reunión se han abordado los respectivos protocolos con los que cuentan Adif y RENFE para afrontar situaciones meteorológicas adversas, especialmente en la línea que une con la Meseta y el tramo de la línea Bilbao-León que discurre por el sur de Cantabria. Para garantizar el transporte ferroviario en Cantabria se cuenta con diversa maquinaria, entre la que destacan máquinas diesel de tracción para el auxilio de trenes de viajeros, máquinas quitahielos y máquinas de exploración para la realización de tareas de limpieza. Además, se dispone de sacos de sal para mantener la accesibilidad de los usuarios a las estaciones ferroviarias.

Los asistentes a la Comisión han insistido en la necesidad de concienciar a la ciudadanía sobre el uso de cadenas y, en este sentido, han aconsejado a los conductores ser prevenidos y anticiparse a la llegada del frío y las nevadas, llevando cadenas en el maletero, así como consultar las predicciones meteorológicas y el estado de las carreteras antes de cualquier desplazamiento.

En la reunión, además de aprobarse el Protocolo de Coordinación de Actuaciones de los Órganos de la Administración General del Estado, ante nevadas y otras situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado en Cantabria. Igualmente, durante la reunión se analizó la coordinación de todos los organismos involucrados durante el temporal de nieve del fin de semana pasado, cuando todos los mecanismos y operativos previstos en el protocolo funcionaron correctamente.

También se abordó la necesidad de concertar reuniones con los organismos competentes en las comunidades autónomas y provincias limítrofes para establecer criterios de coordinación en puntos conflictivos como los puertos de Lunada o Estacas de Trueba.