¿Por qué la sociedad está tan influenciada por estereotipos y cánones? Actualmente, el mundo del corazón y los “celebrities” protagonizan las principales portadas apareciendo en numerosas revistas, listas y “rankings” de belleza. Ante todo se debe distinguir dos tipos: la belleza que se expone en los medios de entretenimiento y la belleza mundana. Pese a esta diferencia, tanto hombres como mujeres desean optar por la irreal y ficticia que se ha creado. Una falta de autoestima es lo que provocan los estereotipos.

Al principios de los años 20 las mujeres apostaban por los ojos oscuros y las miradas intensas. En los años 50 se optó por las anchísimas caderas de Marilyn Monroe. En esta época se pretendía la piel bronceada y no pálida como en épocas anteriores. Diez años más tarde apareció la mini falda y con ella la delgadez extrema por parte de las modelos. Esto generó malnutriciones y cánones de belleza insanos. En estos años surgió la difusión de la píldora anticonceptiva y el movimiento feminista. Esta tendencia prosiguió hasta la entrada de los años 80. Posteriormente, apareció una época de cambios donde la salud y el bienestar corrían como protagonistas en los cánones de belleza. El deporte y las luchas contra el tabaco y las drogas eran algunos de los objetivos.

Los temidos años 90 llegaron y con ellos los conceptos de anorexia y bulimia que son trastornos alimenticios fruto del canon de belleza que muchas mujeres intentaron alcanzar. La delgadez extrema llegó de la Mano de Kate Moss.

La necesidad de tener un cuerpo perfecto está afectando a la salud física y mental de muchas personas como denunció la polémica campaña publicitaria en 2007 de la modelo francesa Isabelle Caro que intentó concienciar a la población mundial de los efectos negativos de la anorexia dejando al descubierto a la modelo de 28 años desnuda y pesando “25 kilos”.

En resumidas cuentas, cada uno tiene que hacerle frente a su cuerpo con sus 10 kilos de más o sus 5 kilos de menos, pero ante todo se debe asegurar uno mismo de la salud y de una buena alimentación. Hoy en día el hecho de estar delgada ha pasado de ser un objetivo personal a una exigencia obligada por la sociedad.