Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT) ha denunciado hoy que, tras 14 años sin construirse una vivienda social en la localidad, el Gobierno de Cantabria "solo sea capaz de poner a disposición de unos pocos torrelaveguenses veintidós viviendas que muy poco tienen de sociales", en alusión a las 22 de promoción pública ubicadas en Campuzano.

Según ha sostenido la formación en un comunicado, tras el anuncio del próximo sorteo de las viviendas, "lo único que se ha creado en Torrelavega ha sido mucha frustración y desilusión, pues eran muchas las familias en situación de emergencia habitacional que estaban pendientes de estas viviendas y ahora ven como ni siquiera tienen derecho a poder participar en el sorteo".

En este sentido, ACPT ha criticado el límite de edad, pues solo pueden optar jóvenes de entre 18 y 35 años porque "para financiar el coste de la obra inscribieron la misma en un programa del Ministerio de Vivienda dirigido a jóvenes", y los ingresos, establecidos entre los 11.279 y los 22.558 euros, lo que impide que puedan ser beneficiarias las unidades de convivencia que ingresen el salario mínimo de 940 euros al mes.

La formación asamblearia también ha censurado que diga que son "viviendas de alquiler social" cuando éste es de casi 400 euros al mes. "No son sociales las viviendas que dejan a más de mil familias de nuestra ciudad fuera de esta convocatoria", ha apostillado.

Para ACPT, de este modo, se ha demostrado la "falta de voluntad" del Gobierno de Cantabria en la puesta en marcha de una política social de vivienda, por lo que ha exigido al Ejecutivo "que cumpla de una vez por todas con sus competencias en materia de vivienda".

"Para ejemplo la promesa que realizó Miguel Ángel Revilla en nuestra ciudad, cuando anunció que el Gobierno de Cantabria compraría las 78 viviendas que el SAREB tiene en el pueblo de Ganzo, compromiso que adquiría en febrero de 2019 en plena precampaña electoral y del que ya no habla ni da ninguna explicación", ha apuntado ACPT, para quien la falta de vivienda en régimen de alquiler, "accesible para todo el mundo", es uno de los problemas más graves que arrastra la ciudad.