El Ayuntamiento de Torrelavega ha adoptado por segundo año consecutivo, a través del Centro Especial de Empleo SERCA, una medida de prevención ecológica consistente en la suelta controlada de insectos para paliar y prevenir plagas en el arbolado urbano.

En total se han tratado 167 árboles (hibiscos, naranjos y laureles) en zonas como la Inmobiliaria, la Llama, Granja Poch y la calle José Gutiérrez Alonso según ha informado el Consistorio en nota de prensa.

Como en 2019, la actuación ha consistido en la colocación en el interior de los árboles de pequeñas cajas que contienen insectos procedentes de biofábricas cuyos productos están registrados y controlados por el Ministerio de Agricultura, y que son depredadores naturales de algunas de las plagas que afectan al arbolado.

El concejal de Medio Ambiente, Salud Pública e Infraestructura Verde, José Luis Urraca, ha señalado que se están combatiendo con dos agentes biológicos. Por un lado mediante la adalia bipunctata, más conocida como mariquita de dos puntos, y por otro mediante el uso de Cryptolaemus montrouzieri, un coleóptero que pertenece a la familia Coccinelidae, depredador de distintas especies de cochinillas.

Ambas especies depositan los huevos en pequeños grupos en las proximidades de las colonias de pulgón y depredan pulgones tanto en estado de larva como en estado adulto. Las larvas más viejas son más depredadoras que las jóvenes y los adultos.

Se han hecho sueltas de larvas de adalia en las copas de los árboles afectados por pulgón colgando blíster o cajas de cartón biodegradables que contienen el insecto. También se han realizado sueltas de anthocoris para combatir la psylla.

Los patógenos que se están tratando son los pulgones, insectos chupadores que están provistos de un largo pico articulado que clavan en el vegetal y por el que absorben los jugos de la planta. Segregan un líquido azucarado y pegajoso denominado melaza, que impregna la superficie de la planta impidiendo el normal desarrollo de ésta, provocando su debilitamiento al succionar la savia, y se produce la deformación de las hojas.

Sobre la melaza que segregan se instala el hongo negrilla. Afectan a plantas como el rosal, la adelfa, los prunus, la catalpa, el hibiscus, cítricos o el roble entre otros.