ENTREVISTA
“No puede ser que la Policía te esté esperando al bajar del escenario”
Seis agentes arrinconaron al cantante cántabro Dani Katanga tras la actuación de su grupo Émbolo en Madrid, lo identificaron y le anunciaron que sería denunciado por “ofensas a la autoridad”.
El cantante Dani Katanga (Torrelavega, 1975) es uno de los componentes de la banda catalana de hip hop-trap Émbolo, uno de los siete grupos que el pasado 13 de mayo actuaron en la fiesta que el nuevo medio ‘El Salto’ organizó en Madrid Río con motivo de las fiestas de San Isidro. Era la primera vez que Émbolo tocaba en la capital de España, y la tarde-noche acabó con el cantante del Barrio Covadonga arrinconado por seis policías secretas que lo identificaron y le anunciaron que sería denunciado por “ofensas a la autoridad” que habría proferido durante su actuación.
PREGUNTA– Un debut en Madrid con sobresalto incluido.
RESPUESTA– Había mucha policía, me di cuenta sobre todo al bajar del escenario. La gente de la organización nos comentó que había mal rollo porque a la Policía no le había gustado nuestro espectáculo, y no nos lo podíamos imaginar. Nosotros fuimos a Madrid relajados, porque en Cataluña y en el norte no pasan estas cosas: secretas con sudaderas con capucha, vestidos como visten mis colegas, arrinconándome… Soy un músico que acaba de bajar del escenario, no me lo podía creer.
P.– Eran policías locales...
R.– Creo que sí. Debe de haber una guerra entre el jefe de la Policía Local y la alcaldesa [Manuela Carmena]. A la Policía Local no debe de gustarle que el Ayuntamiento pague a cierto tipo de artistas y por eso va a por este tipo de eventos.
P.– ¿Te dieron alguna explicación?
R.– Me dijeron que iban a denunciarme por “ofensas a la autoridad”, les pregunté que qué ofensas y en qué parte de la actuación se habrían producido y me dijeron que no sabían pero que estaba todo grabado y que había más de cuarenta agentes de testigo.
P.– ¿Tan ‘ofensivas’ son vuestras letras?
R.– Al final de una canción decimos que no hay suficientes policías para acabar con nuestra música. Supongo que frases como esa no les gustarían, pero no importa tanto lo que digan las letras ni si se está de acuerdo o no con las críticas que hacemos, lo importante es que son las letras de una canción y que no puede haber un policía evaluándolas bajo el escenario.
P.– No parece una imagen muy tranquilizadora, no.
R.– Claro, es que la parte legal o penal es la que menos me preocupa. Esa parte relativamente me da igual, pero como músico no puede ser que la Policía te esté esperando al bajar del escenario porque eso es censurar a un nivel que nunca había imaginado. Suena a otra época, sientes en tus carnes que vives en una dictadura y en un estado policial. Uno de los símbolos más sagrados de una democracia es la libertad de expresión, sobre todo en lo relativo al arte y la cultura, por eso todo esto es muy serio y me parece increíble, escandaloso y de una gravedad extrema. ¿Hacia dónde vamos? Hacia un sitio muy oscuro, y más conociendo la historia de España.
P.– ¿Crees que detrás de todo esto hay una intención de amedrentar a los artistas críticos?
R.– Encarcelar artistas es una forma de meter miedo a otros artistas de cara a futuros conciertos. Nuestros temas y nuestros espectáculos tienen una parte muy irónica, muy de sentido del humor, no se puede sacar una frase de contexto, porque forma parte de un todo que está inmerso en un ambiente. Además, ¿esto quién lo evalúa? ¿La propia Policía? ¿Son ellos críticos de arte?