Los hospitales de Sierrallana, Tres Mares y 16 centros de salud contarán con placas fotovoltaicas
Los hospitales de Sierrallana (Torrelavega) y Tres Mares (Reinosa), así como 16 centros de salud de toda Cantabria instalarán placas fotovoltaicas para la producción propia de energía eléctrica. El Servicio Cántabro de Salud (SCS) prevé una inversión de 1.724.000 euros, que van a permitir al sistema público de salud un ahorro anual de unos 200.000 euros al año.
Además, las instalaciones fotovoltaicas previstas, que sumarán más de 1 megavatio de potencia, equivalen a casi 2.000 árboles plantados y evitarán la emisión de 400 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
En concreto, se colocarán placas solares en los hospitales de Sierrallana y Tres Mares, así como en el centro de especialidades Torrelavega. En cuando a los centros de salud, en un principio, dispondrán de equipos fotovoltaicos para el autoconsumo de energía los de Puertochico, Sardinero, Los Castros, Alisal, Doctor Morante, Cazoña, Montaña y La Marina, todos ellos ubicados en Santander. También se acondicionarán placas solares en los centros de salud Covadonga y Tanos, ambos en Torrelavega, Laredo, Liérganes, Santoña, Cotolino (Castro Urdiales), y Saja-Cabuérniga.
En el caso de los hospitales, las placas fotovoltaicas se instalarán únicamente en modo autoconsumo, puesto que estos centros sanitarios son grandes consumidores de energía, explica el Gobierno cántabro en una nota de prensa.
En cambio, en los centros de salud, la modalidad prevista es la de autoconsumo con compensación de excedentes, para que, durante las tardes, que son las horas de mayor incidencia solar y menor actividad asistencial, la energía generada por las placas solares y no consumida se devuelva a la red y se compense en la factura eléctrica, consiguiendo así un mayor ahorro en el coste energético.
El consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, ha elogiado esta medida de eficiencia energética "clave en la hoja de ruta de su departamento" para hacer de los centros sanitarios lugares autosuficientes y más eficientes.
"En nuestro afán de modernizar la sanidad pública, va implícito hacerla más sostenible, y qué mejor manera que produciendo su propia energía accesible, limpia, silenciosa, renovable y barata", todo son ventajas, ha dicho Pesquera.