“Hay familias que se han ido del colegio porque la situación que estamos viviendo durante este curso es lamentable”
Los padres del CEIP Pancho Cossío de Sierrapando denuncian el retraso de las obras que están sufriendo desde el comienzo del curso. “Ruidos, situaciones molestas para los menores y la pérdida de aulas” del centro han sido sus constantes desde el inicio del año escolar.
La consecuencia directa ha sido que los más pequeños han llevado a cabo todo el curso escolar al mismo tiempo que se ejecutaba la obra
Todo empezó cuando el Ayuntamiento de Torrelavega anunció el reacondicionamiento de lo que era la antigua Casa de los Maestros para transformarlo en el nuevo Centro Cívico de Sierrapando. Una idea que en primera instancia gustó a los padres pero que como ellos mismos indican empezó ya con mal pie. “Al comenzar ya se produjo el primer retraso porque hubo un problema entre los planos arquitectónicos originales y los que se hacen para el desarrollo de la obra, lo que obligó a reajustar los mismos”. Esto fue solo el principio. Rápidamente se empezaron a no cumplir los plazos y la obra, que debería haber estado lista en el pasado mes de noviembre, sigue a día de hoy lejos de estar concluida.
La consecuencia directa ha sido que los más pequeños han llevado a cabo todo el curso escolar al mismo tiempo que se ejecutaba la obra. “Han soportado ruidos, actuaciones molestas y mientras tanto nosotros nos hemos reunido cíclicamente con el Ayuntamiento para ver la evolución de la obra, que es muy, muy lenta. Es más, solo hay que ver que tenemos el claro ejemplo de que junto al centro se han iniciado dos obras simultáneas, una de una reforma de una casa y otra de una construcción desde cero y ambas se van a terminar antes que esto. Todo se está complicando en”, añaden.
Aseguran que hasta ahora han tenido paciencia con el Ayuntamiento, porque entienden que en cierta parte el propio Consistorio también es víctima de lo que está pasando, pero esa paciencia se acaba al ver que el curso termina y la obra no avanza.
Las fechas de finalización de los trabajos que han ido recibiendo han cambiado. Ahora, el tercer plazo es una fecha relativamente próxima al inicio del nuevo curso, pero las esperanzas de que se cumplan son pocas. “Vemos que en estos momentos las obras deberían estar avanzando mucho más rápido para que todo esté preparado para septiembre pero en la práctica llevan semana casi paralizadas, con muy poca o nula actividad”, sentencian.
Por ello esperan que la Consejería tome cartas en el asunto. “Nos lo han vendido como algo beneficioso, pero hay familias que se han ido del colegio porque la situación que estamos viviendo durante este curso es lamentable”, añaden con hartazgo ante la situación.
Las entradas y salidas al centro también han sido caóticas durante todo el curso. “A lo largo del curso hemos vivido situaciones surrealistas, que también ponen en peligro a nuestros hijos. Durante mucho tiempo hemos tenido que jugar a los San Fermines con los coches del colegio que hay al lado para poder salir y entrar del centro”.
La situación para ellos es límite. “Es un edificio en el que no se ha invertido nada durante 40 años. Hemos llegado a un punto en el que se olvida que ahí se están impartiendo clases al futuro de la ciudad y vemos que lo único que tenemos promesas”, finalizan.