Ecologistas denuncia ante el Defensor del Pueblo la acumulación de residuos químicos de Solvay en un enclave natural
Durante varias décadas, la isla de Monti, enclave natural situado frente al puerto de Requejada y perteneciente a Hinojedo, ha estado recibiendo residuos procedentes de la fábrica de Solvay. Más concretamente, restos químicos que, según Ecologistas en Acción Cantabria, contaminan no solo el Medio Ambiente de esta zona, sino que afectan también a la población. Ahora, y tras recibir el silencio por respuesta desde las administraciones regional y estatal, la organización ha llevado la situación de esta zona ante el Defensor del Pueblo para que sea este organismo quien reclame la contestación que no ha recibido la organización.
En concreto, lo que Ecologistas solicitó fue que este suelo tuviera la declaración de contaminado. El escrito lo remitió en julio de 2022 a la Consejería de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, a la Confederación Hidrográfica, a la Dirección General de Obras Hidráulicas y Puertos de la Consejería de Obras Públicas y a la Dirección General de Costas del Ministerio para la Transición Ecológica. Ninguna reacción de ninguna de las partes.
El enclave de la isla de Monti fue comprado por la empresa Solvay, ubicada en Torrelavega, para utilizarla como vertedero. Como recuerda Ecologistas en Acción Cantabria, esta fue una de las ubicaciones contempladas para crear la nueva depuradora de Vuelta Ostrera. En aquel momento, el estudio de impacto ambiental ya contemplaba la retirada de los residuos para poder construir la infraestructura, y estimaba un total de 300.000 metros cúbicos de residuos químicos que sería necesario eliminar de este espacio.
Pero más allá de este estudio realizado hace algunos años, lo alarmante ha sido el informe Kepler que, según señala la organización, fue encargado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y que Ecologistas ha conocido recientemente. En declaraciones a una radio local, Ramón Sáinz, miembro de la ONG, ha señalado que dicho informe es “aplastante” ya que confirma que en esta isla “hay todo tipo de residuos químicos” que tienen una clara afección en el entorno, y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de hacer cualquier obra.
De hecho, el impacto de esta isla de residuos químicos no se produce solo en el entorno, también en la población de los municipios aledaños. A este respecto, desde Ecologistas se asegura que “es evidente que no existe una cubierta impermeable” que evite la posibilidad de que se hayan producido filtraciones a aguas subterráneas y superficiales.
La solución para este vertido, según la organización, está en llevar los residuos a un vertedero controlado y tratar de reciclar aquellos que sean posibles para un posterior aprovechamiento.