Isabel López, Sonia Clabuig, Virginia del Moral, Asun López, Eva Berodia, Marta Pellón, Marta Fernández, Arancha Varela y Patricia Pinto son nueve trabajadoras cántabras de la empresa de contact center AON Mobile que se estaban preparando para presentarse a las elecciones sindicales por el sindicato Comisiones Obreras y fueron despedidas el mismo día, con cartas de despido idénticas. “Que despidan a nueve mujeres por querer defender los derechos laborales de sus compañeras y compañeros es un problema de todas y de todos”, ha insistido CCOO este miércoles en su web.

“Dos de esas nueve trabajadoras habían renovado su contrato temporal sólo cinco días antes”

El pasado 5 de abril, AON Mobile comunicó a nueve de sus trabajadoras que estaban despedidas por una “disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal o pactado” contemplada en el artículo 54.2e del Estatuto de Trabajadores. “Resulta sorprendente que dos de esas nueve trabajadoras habían renovado su contrato temporal sólo cinco días antes, pero lo más sospechoso es que las nueve iban a formar parte de la candidatura de Comisiones Obreras en las elecciones sindicales que estaban a punto de ser convocadas”, destaca el sindicato.

CCOO ha denunciado que “no es la primera vez” que AON Mobile “atenta contra la libertad sindical”, pues en 2013 ya fueron despedidas “las 13 personas que integraban la candidatura” del sindicato. “Los tribunales declararon nulos dichos despidos, pero la empresa ya había conseguido su objetivo: evitar la libertad sindical en su empresa”. Tras “desbaratar la lista de Comisiones Obreras”, AON Mobile conformó un comité de empresa con “cargos intermedios y teleoperadoras afines”, una representación “ad hoc” gracias a la cual la empresa “pudo sacar adelante un convenio propio con unas condiciones muy inferiores a las del convenio sectorial de contact center”.

“Trabajaban seis horas al día por 8.000 euros al año” y “decidieron implicarse, dar un paso al frente”

El sindicato ha destacado que el de las nueve de AON Mobile es “un ejemplo más de cómo la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial, que introdujo la reforma laboral de 2012, facilita los atentados contra la libertad sindical”, pues “es mucho más fácil impedir la actividad sindical de una decena de personas que de cientos”. Pero “no es un ejemplo cualquiera”, pues “estas nueve mujeres que trabajaban seis horas al día por 8.000 euros al año” y “decidieron implicarse, dar un paso al frente” porque su empresa ni siquiera aplicaba las “ínfimas” condiciones incluidas en el convenio propio, “sabían que se estaban jugando su puesto de trabajo –lo habían visto antes–, pero entendían que lo que estaban haciendo era legítimo y justo”.

Comisiones Obreras ha puesto estos hechos “en manos de la Justicia”, pero también alerta de que “exceden el ámbito judicial”, pues se trata de “una cuestión social que afecta a la moral colectiva”. “Las personas tenemos derecho a tener un trabajo digno y esto no es posible sin libertad sindical”, por eso “que despidan a nueve mujeres por querer defender los derechos laborales de sus compañeras y compañeros” es un “problema de todas y de todos”, un “golpe directo a la línea de flotación del Estado de Derecho” y “un golpe a la democracia”.