TORRELAVEGA

El conductor del atropello mortal al ciclista iba por el carril contrario a 57-69 km/h y había bebido más de 10 copas

Accidente de un ciclista en carretera | Foto- Archivo

El conductor investigado por el atropello mortal de un ciclista el pasado febrero en Torrelavega circulaba por el carril contrario al sentido de su marcha y en el momento de la colisión frontal con la bicicleta iba a una velocidad comprendida ente los 57,89 y 69,53 kilómetros por hora.

Así lo concluyeron los agentes encargados de elaborar el atestado tras el accidente, que tuvo lugar el día 11 de ese mes sobre las siete y media de la mañana en la carretera autonómica CA-334 que une Sierrapando con Zurita (Piélagos). El automovilista involucrado, que tenía 20 años, se dio a la fuga y tras ser identificado y localizado en su domicilio, quedó en libertad provisional.

El juez instructor ha dictado ya el auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, al entender que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de homicidio causado por imprudencia grave, contra la seguridad vial y abandono del lugar por parte del conductor procesado.

Así, el magistrado, que sobresee provisionalmente la causa para un segundo varón -el dueño del coche- da traslado de las diligencias seguidas a las partes, para que soliciten la apertura de juicio oral -y formulen escrito de acusación- o, también, el archivo del caso o la práctica de más diligencias.

CÁMARAS DE SEGURIDAD Y ANTENAS DE TELEFONÍA MÓVIL

Entre las pesquisas realizadas hasta ahora figura, según las actuaciones consultadas por esta agencia, la de la geolocalización de los dispositivos móviles, y el resultado de la misma sitúa al sospechoso en el lugar de los hechos, así como también los videos obtenido en el curso de la investigación policial llevada a cabo.

En concreto, y de acuerdo con los datos aportados por las compañías y relacionados con la ubicación de las antenas de telefonía a las que se conectan los terminales, entre las 7.13 y las 7.44 horas el del joven lo hizo a una situada en la localidad de Zurita (Piélagos) y después de esa última hora en otras ubicadas en la zona de influencia de Torrelavega.

En la inspección ocular, los efectivos encargados de la misma hallaron en el lugar del siniestro restos de un vehículo -Seat Ibiza color gris claro- y de la matrícula. También apreciaron una huella de neumático compatible con un derrape del coche, pero no indicios de maniobras evasivas, así como tampoco por parte del ciclista.

Después del siniestro pasó otro conductor, que solo vio a la víctima y la bicicleta, pero no otros vehículos, y que fue quien llamó a emergencias.

HABÍA BEBIDO "MÁS DE DIEZ COPAS" Y NO RECORDABA "NADA"

El chico implicado, que trabajaba como repartidor con una furgoneta -y al que a raíz de este suceso retiraron el carné de conducir- fue localizado en su casa pasadas a las dos de la tarde del día de los hechos y trasladado a dependencias policiales, presentaba pequeños cortes en la nariz compatibles con el accidente. Se acogió a su derecho a no declarar.

Sí lo hizo con posterioridad, ante el juez instructor, manifestando que no se acordaba de "nada", ni cómo volvió a casa. Alegó que había bebido "ron y whisky" desde media noche hasta las seis o siete de la mañana en dos bares de Santander, en los que consumió "más de diez copas".

Detalló al magistrado que cuando se despertó estaba en su domicilio, que tenía barro en las zapatillas pero no sabía por qué, ni tampoco dónde estaba el coche, que según dijo había dejado aparcado en el Barrio Pesquero de la capital cántabra y donde se lo habrían robado, tal y como denunció.

Añadió que había estado con el dueño del mismo -se lo había vendido recientemente pero sin que constara contrato o transferencia alguna- esa misma noche en Solares. El vehículo fue localizado a las cuatro tarde aparcado en Santiago de Cartes, y además de daños y desperfectos, tenía la ITV caducada.

Finalmente, el ciclista, que tenía 66 años y era vecino de Torrelavega, falleció mientras era evacuado en ambulancia al Hospital Valdecilla a consecuencia de las graves lesiones sufridas: múltiples traumatismos compatibles con un choque frontal y posterior caída.