El colegio La Paz condenado por no actuar bien ante un caso de acoso escolar
El juzgado de Torrelavega ha condenado al Colegio Nuestra Señora de La Paz por no actuar de forma correcta ante un caso de acoso escolar entre dos niños de 6 y 7 años.
El colegio La Paz de Torrelavega ha sido condenado a pagar casi 2.000 euros a la familia de un niño de 7 años por las lesiones que sufrió al pegarse con otro niño de 6 años, en el recreo del colegio. El alumno de 7 años tiró del jersey del de 6, quien en respuesta empujó al suelo al otro. El menor sufrió la fractura de un dedo y un traumatismo bucal.
La sentencia desvelada por la Cadena Ser proviene del Juzgado de Instrucción numero 4 de Torrelavega y es debida a una gestión negligente de un conflicto entre los dos estudiantes. La relación entre los dos era mala con anterioridad debido según señala la tutora a un conflicto derivado de la actividad extraescolar de fútbol.
La jueza ha argumentado que "no se tarta de un hecho aislado y que el centro no tomo medidas como la adecuada vigilancia en el recreo". Y es que, según se ha comprobado en el proceso judicial tan solo había una profesora "cuidando el recreo" y tuvo que ser una prima del menor quien se percatase de la situación y le ayudase.
Una de las tutoras del Colegio La Paz reconoce que se había hablado de que el menor que propinó el empujón “sufre bullying por parte” del menor que cayó al suelo. "Y que el centro no adoptó ninguna medida sobre estos menores, ni siquiera vigilarlos o hablar con ellos”.
El colegio no activó el protocolo en caso de acoso escolar, algo que ha sido criticado por la jueza, hasta que una de las familias presento una queja formal. Ya al inicio del curso 2016/2017 el niño que sufría el acoso fue apartado del grupo.
"Cuando dos menores se ven implicados en un episodio violento los dos necesitan ayuda para que los hechos no vuelvan a repetirse y, pudiendo activarse por el propio centro protocolos anti-acoso, cuando no lo hace asume el riesgo de que puedan ocurrir cosas peores" dice la sentencia sobre la no activación del protocolo.
La sentencia es firme, y no cabe recurso y obliga al colegio al pago de casi 2.000 euros a la familia denunciante, absolviendo al padre del otro menor.