El Ayuntamiento de Torrelavega ha anunciado que la próxima semana se publicará en la Plataforma de Contratación del Estado el contrato para licitar la ejecución de la obra del ascensor panorámico que conectará Nueva Ciudad con la Plaza de Las Autonomías, por lo que estima que las obras comiencen a finales de este año y que puedan estar finalizadas en el verano de 2021.

La actuación, diseñada por JyP Ingenieros, tiene un plazo de ejecución de ocho meses y un presupuesto de unos 550.00 euros, e incluye la construcción de una torre de 15 metros de altura que albergará dos ascensores con capacidad para entre 13 y 15 personas, unida a una pasarela de 12 metros de longitud y cuatro de anchura.

Esta estructura conectará Nueva Ciudad I y Nueva Ciudad II salvando un desnivel de 10 metros que actualmente se transita mediante escaleras y rampas, por lo que supondrá una "mejora en la calidad de vida" de alrededor de 1.000 vecinos de la zona, especialmente personas mayores, con discapacidad o con sillas de bebé.

Así lo han indicado este jueves en rueda de prensa el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada; el primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero; el responsable de JyP Ingenieros, Javier Ruiz Ocejo, y el responsable del Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento, Guillermo Fernández.

El técnico de JyP Ingenieros ha explicado que en el diseño surgían "muchas contradicciones" entre la torre vertical y la pasarela horizontal, algo "totalmente opuesto", y había que "unirlo y abrazarlo".

Para ello se ha diseñado una estructura cuyo objetivo es que "casi no se distinga la horizontalidad frente a la verticalidad", siendo tanto la torre como la pasarela de acero en su interior y estando envueltas en vidrio, que genera "muchas transparencias". A su vez están recubiertas con una "piel" de acero de color blanco que contrasta con las líneas rectas de estos elementos.

Ruiz Ocejo ha destacado que en Torrelavega, por su orografía, "no hay muchas opciones" para hacer este tipo de obras de movilidad vertical, pero que "éste era el lugar" dado que existe un mismo barrio separado en dos zonas por el desnivel.

Tanto él como el alcalde se han referido a otras opciones que se barajaron para salvar ese desnivel, como la colocación de rampas mecánicas, pero se descartaron por motivos técnicos, además de que el coste de la instalación y de mantenimiento de los ascensores es "muy inferior".

Éstos, por su parte, tendrán una capacidad para transportar a unas 1.800 personas a la hora, aunque se estima que puedan utilizarlos unas 4.000 al día, especialmente en horas "punta", como la de llevar a los niños al colegio.

Según ha dicho López Estrada, contarán con un circuito cerrado de televisión para vigilar el vandalismo, además de que se está planteando vincular su uso al de la Tarjeta Ciudadana -otro proyecto que está en marcha y que podría entrar en funcionamiento el próximo año- para tener un registro de sus usuarios.

UN 'CAMBIO DE VIDA' PARA LOS VECINOS

El regidor ha destacado que este proyecto es "transformador" con respecto a las actuaciones desarrolladas anteriormente a la ciudad, a la que "adentra en la nueva movilidad pública y vertical", además de una obra "importantísima" que "cambia la vida" de las personas.

En la misma línea, el concejal de Obras ha añadido se trata de una iniciativa que el equipo de Gobierno (PRC-PSOE) llevaba en su programa electoral y que resolverá un problema que sufren los vecinos "desde hace décadas", "desde que se creó el barrio".