LUIS GONZALO SEGURA
“En la sociedad civil no ha habido una transición real de un estado autoritario a una democracia”
El exteniente Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977) fue expulsado del Ejército en el año 2015 tras denunciar distintas corruptelas dentro de las Fuerzas Armadas. Unas acusaciones que le han costado varias denuncias por parte de las dos últimas ministras de Defensa, las cuales le involucran en una espiral judicial que, sin embargo, no le frena en su decidida apuesta por tirar de la manta y dejar al descubierto las malas prácticas del Ejército español. Tras escribir ‘Un paso al frente’ (2014), ‘Código rojo’ (2015), ‘El libro negro del Ejército español’ (2017) y ‘En la guarida de la bestia: La situación de la mujer en el Ejército español’ (2019), el pasado 2020 publicó ‘El Ejército de Vox’, un libro en el que muestra cómo quienes son llamados a filas se empapan ideológicamente de la ultraderecha, el pensamiento predominante dentro del Ejército según Luis Gonzalo Segura.
¿Por qué el Ejército es considerado ultraderechista? ¿Ingresan en él personas con esta ideología o es una vez entran en el mismo cuando abrazan estas ideas?
Evidentemente tiene unas raíces claramente franquistas. Al igual que en la sociedad civil, donde no ha habido una transición real de un estado autoritario a una democracia. En la sociedad civil se ha producido una transición de un estado autoritario de apariencia claramente autoritaria a un estado autoritario de apariencia democrática y, además, funcionamiento criminal. Porque eso es lo que nos demuestra el funcionamiento en muchas ocasiones tanto de la justicia como de los aparatos policiales. En el caso militar, no ha habido una intención de generar esa apariencia democrática porque de alguna manera todo lo militar parece que puede carecer de esa apariencia democrática, incluso está bien que no la tenga, hasta el punto de que en España se dan unas situaciones completamente anómalas al resto de Europa como son tener una justicia militar independiente o carecer de sindicatos en todas las Fuerzas Armadas. Lo único con lo que nos hemos conformado ha sido con una gran cantidad de medios de comunicación que han engañado a la ciudadanía haciéndoles creer en la modernización de las Fuerzas Armadas.
Hubo militares que estuvieron en la creación de Vox
Son dos conceptos muy diferentes. Una cuestión es que nuestras Fuerzas Armadas se hayan modernizado y que sean muy capaces de desarrollar cualquier misión tanto en territorio nacional como fuera de él y otra muy distinta es que sus efectivos sean democráticos. Turquía es un país OTAN con una enorme capacidad militar. Pensar que sus generales son demócratas me resulta como mínimo complicado. Arabia Saudí es un ejército pseudo OTAN, pensar que sus generales son demócratas me parece muy atrevido. Es muy importante distinguir entre democratización y modernización. El ejército español se ha modernizado pero no se ha democratizado. Y además ni siquiera tienen la más mínima intención de hacerlo, ni cuando ha gobernado el Partido Popular ni cuando lo ha hecho el Partido Socialista.
A pesar de que el Ejército se haya ido regenerando, el espíritu de la ultra derecha no ha cesado. ¿Esto es algo que se mantiene firme desde el franquismo o ha resucitado en los últimos años con el auge de Vox?
Se dan los dos estereotipos, incluso en algunas ocasiones hay otras confluencias. Obviamente no solo ocurre en España, sino que a nivel mundial hay una tendencia por parte de la derecha y de la ultraderecha a tener afinidad con todo lo militar. Esto es algo que no solo es propio de España, de hecho en Alemania o en Francia también están teniendo problemas con la ultra derecha dentro del Ejército, lo que pasa es que ellos la combaten mientras que nosotros la protegemos y la fomentamos.
Esto ocurre porque el Ejército es una institución que no se comporta como un estamento civil. Por ejemplo, la Policía Nacional, aunque puede tener y tiene problemas con la derecha y la ultra derecha, es un estamento que en su comportamiento laboral es estrictamente civil. En el caso militar, hay un comportamiento místico, religioso, casi sectario. Por la mañana hay un izado de bandera, se grita viva el Rey y viva España todos los días, se cantan himnos y se realizan desfiles. Hay una serie de rituales que se repiten diariamente y que tienen un impacto terrible a nivel psicológico sobre muchas personas.
¿Entonces, esta ideología no ha languidecido en ningún momento?
La ultraderecha, y en el libro lo demuestro, es una tendencia que está dentro del ámbito militar y, por supuesto, no tiene ninguna línea de discontinuidad. De hecho, en el libro se hace un breve inventario de como en los últimos años se han producido más de 50 episodios ultra derechistas asociados a las Fuerzas Armadas. Es cierto que hay determinados elementos que las pueden hacer más visibles. Por ejemplo, el hecho de que en Cataluña hayan querido realizar un referéndum y haya existido un movimiento de independencia muy grande hace aflorar esa ultra derecha militar y hace que exista una respuesta reactiva de la misma. El hecho de que haya en el Gobierno de España un Ejecutivo que sea diferente al Partido Popular hace que esa ultraderecha reaccione tanto al PSOE como después al PSOE y a Unidas Podemos. Estos son elementos que reaccionan y que de alguna forma nos permiten visualizar con más claridad esa existencia de la ultra derecha pero eso no significa que la ultra derecha no exista. Existe evidentemente, cuando hay un gobierno del Partido Popular se sienten mucho más cómodos y su visibilidad siempre es menor. Debemos tener en cuenta que hay ciertos elementos que funcionan como reactivos que les hacen aflorar.
¿Puede traspasar el ultraderechismo del Ejército a la sociedad civil y llegar a ver a Vox en el Gobierno de España?
No es que Vox haya alimentado a la ultraderecha militar, si no que ha sido esta una de las bases y de los elementos claves en la fundación del partido. Esto es algo evidente, ya que hubo militares que estuvieron en la creación de Vox. De hecho uno de los primeros impulsos de los que yo hablé en su momento fueron las elecciones de diciembre del 2018 en Andalucía, que es cuando Vox irrumpe parlamentariamente a nivel local. Ese auge militar que se produce en Andalucía, porque en allí hay muchos cuarteles, fue absolutamente determinante para el impulso de Vox.
Aseveran que no pueden dar un golpe de Estado porque no sería bien visto en España y en Europa
¿Qué hay que hacer para que el Ejército pierda este sesgo ultraderechista?
Para mi es fundamental seguir el camino que han trazado otros países como Alemania o Francia, es decir, civilizar las Fuerzas Armadas, convertirlas en un trabajo. Los militares no lo son 24 horas al día, son personas normales que en un momento dado se ponen un uniforme y realizan determinadas funciones siempre al servicio de la ciudadanía. Además hay que eliminar la justicia militar, ya que tampoco hay justicia para policías, bomberos ni profesores. Que dentro de la justicia ordinaria pueda existir alguna tipología de delitos dedicados expresamente al ámbito militar es evidente, ya que dentro del código civil y el código penal a día de hoy existen unas serie de delitos que van dirigidos a una serie de colectivos. El hecho de que puedan existir una serie de delitos que solo puedan cometer militares no implica que tenga que haber un juzgado para ellos. Igual que la monarquía o el Rey no pueden tener un juzgado propio.
Por otro lado están los sindicatos, los militares deben tenerlos al igual que el resto de Europa. También está la educación militar, no hace falta que los militares tengan una educación militar separada del resto. Es cierto que por supuesto deben realizar una especialización. Pero no es lo mismo que toda la carga educativa se realice dentro de los cuarteles a que se lleve a cabo fuera de los mismos y luego haya una especialización propia del trabajo militar, como lo hay para ser policía o bombero. Pero en ningún caso es normal que tú tengas tus propios órganos educativos, porque esto corrompe y permite mantener esa ideología.
La transformación o democratización del ámbito militar es muy sencilla y pasa por normalizar el trabajo militar y transformarlo en otro más igual que los cuerpos policiales también vivieron una desmilitarización, no olvidemos que hasta mitad de los años 80 los cuerpos policiales eran militares.
Las Fuerzas Armadas están habilitadas por la propia Constitución para actuar si la unidad de España está en peligro. ¿Quería el Ejército intervenir en Cataluña?
Los hay que han robado, malversado, estafado y siguen en sus puestos
Hazme la pregunta al revés. ¿Ha habido algún momento en el que el Ejército no haya querido intervenir en Cataluña? No, evidentemente no. Aquí me parece muy importante hablar del famoso chat en el que se hablaba de fusilar a 26 millones de personas, que por cierto lo desvelé yo en Twitter. Cuando saco a la luz ese chat había unas conversaciones mucho más importantes que esa, y es la parte en la que aseveran que no pueden dar un golpe de Estado porque no sería bien visto en España y en Europa. Esto me parece esencial porque tenemos una serie de militares que representan el pensamiento que hay a día de hoy en los cuarteles, por mucho que estén jubilados. Nosotros debemos aspirar a tener generales que no quieran dar un golpe de Estado porque sencillamente no es correcto, que para mí es un matiz esencial. No es lo mismo decir no dar un golpe de Estado porque es una barbaridad y es profundamente antidemocrático a no hacerlo porque no está bien visto. Esto me parece más escandaloso que el hecho de fusilar a 26 millones de personas, porque para hacerlo necesariamente tienes que haber dado antes un golpe. Además me parece esencial porque la coyuntura geopolítica cambia.
-Expusieron a sus mandos ideas golpistas sin castigo.
— Luis Gonzalo Segura (@luisgonzaloseg) November 29, 2020
-Debatieron sobre un pronunciamiento militar, inviable porque no sería bien visto.
-Hablaron de fusilar a 26 millones de personas.
-Y tacharon de antidemócratas al "hijo de puta" del Coletas y al "malnacido" de Sánchez. pic.twitter.com/yXMIP4wUU9
En sus libros anteriores denunciaba numerosas corruptelas como malversación de fondos y abusos sexuales a mujeres por parte de sus superiores. Sin embargo, muchas de las denuncias presentadas tanto por acoso sexual como por corrupción dentro del Ejército caen en saco roto. ¿Por qué esta impunidad para los delincuentes?
El primer problema es la justicia militar, que es una justicia de oficiales del Ejército para oficiales del Ejército. Entonces impera un nivel de clasicismo tan elevado por el cual de alguna forma castigar a un oficial públicamente supone una merma a la autoridad de la cúpula. Por ejemplo, un capitán condenado por 28 agresiones sexuales sigue siendo militar después de haber sido condenado a más de 17 años de prisión. Ha cumplido dos años de prisión y se ha incorporado de nuevo. ¿Nos imaginamos en un colegio o en un instituto o universidad un profesor condenado por esto y que después se incorporase a las clases? Pues esto es lo que ha pasado en un centro de reclutamiento de Calatayud.
Pero no estoy hablando solo de este hecho. Hace dos meses se publicó el caso de un teniente coronel condenado por acoso sexual y laboral porque le envió un vídeo a una cabo en el cual se desnudaba, se masturbaba y le decía “esto es para ti si lo quieres”. Entonces ella se presentó en su despacho y le dijo que esto era la última vez que ocurría, pero el teniente en lugar de rectificar, la castigó laboralmente. A este señor le han condenado a dos años y medio de prisión, los va a cumplir y va a seguir siendo militar. Esto es lo que ocurre con todos los oficiales. Los hay que han robado, malversado, estafado y siguen en sus puestos.
Usted ha recibido denuncias por parte de dos ministras de Defensa, María Dolores de Cospedal y Margarita Robles. ¿Desde el Ministerio de Defensa se conocían todos estos casos y no se tomaron las medidas oportunas?
El mero hecho de que esas denuncias hayan sido archivadas debería ser suficiente para que dimitiera
Es una barbaridad tener a día de hoy al estado persiguiéndome y denunciándome judicialmente para ahogarme económicamente con denuncias que saben que no tienen ningún recorrido porque en todas he sido absuelto o han sido cerradas. La última denuncia que recibí de Margarita Robles fue por un tuit en el cual yo reflejaba que se estaba produciendo o una corruptela o o una negligencia, porque a unos militares que tenían que apagar incendios en unas condiciones terribles se les dieron para comer unos sándwiches con cinco lonchas de chorizo.
Pero esto es algo que no solo ha pasado ahí. La mala alimentación de los cuarteles es algo que se lleva arrastrando desde hace décadas. En lugar de investigar eso lo que hace Margarita Robles es llamar al jefe de la UME para decirle que yo he escrito un tuit culpándolo de eso. Ambos habían sido informados de este problema porque así se atestiguó en sede judicial, a ambos les avisaron sus propios gabinetes. Es decir, los gabinetes de la UME y de la ministra les informaron de que yo había escrito un tuit y Margarita Robles llama al jefe de la UME para decírselo y no contenta con eso me denuncia. Ella tiene mucho interés en mí y no en investigar porque los militares han comido mal. Sobre todo cuando la UME se gastó 640.000 euros en raciones de aprovisionamiento. Porque no les han dado esas raciones a los militares para comer en vez de chorizo. Pero eso no le preocupa, le interesa que yo haya puesto un tuit responsabilizando al jefe de la UME porque eso puede dañar al honor. No mire, el honor de la UME no lo daña que yo haga un comentario en redes sociales, lo que lo daña es que a los militares les den un sándwich.
Al final lo que tienes es un aparato del Estado presionándote, en tales circunstancias el mero hecho de que esas denuncias hayan sido archivadas debería ser suficiente para que dimitiera. Además los magistrados dijeron que el tuit cumple el test de veracidad, de proporcionalidad y el de relevancia. Ahora he recibido una nueva denuncia por una viñeta publicada en ‘El Jueves’ hace tres años y medio. Una denuncia que no va a nada pero cumple otra función, la del desprestigio y la asfixia económica. Me llevan a los juzgados para que esté presionado económicamente, para que me sienta agobiado psicológicamente. No es agradable ir a un juzgado sabiendo que puedes pagar por un delito o ir a prisión si se da el caso. Entonces ellos buscan atacarte permanentemente, forma parte de una guerra sucia.
No ha merecido la pena porque te destrozan la vida a muchos niveles, personal, laboral, psicológico y físico
¿Existen las puertas giratorias en el Ejército?
Puertas giratorias no, lo que existe es un inmenso portal giratorio que es absolutamente terrible. ‘El libro negro del Ejército español’ está elaborado con noticias de medios de comunicación porque he querido ser muy estricto en cuanto a publicar cosas que se puedan demostrar. Lo que se ve solo es la punta del iceberg. En los últimos años hemos visto publicaciones al respecto de cúpulas militares que han abandonado el Ejército y se han ido a la industria militar. Por ejemplo, el teniente general de la UME que me denunció Miguel Komasan Alcañiz, terminó en Santa Bárbara General Dynamics, es decir, en el trayecto en el que me denunció y dejó el ejército se fue a esta empresa. El anterior jefe de Estado Mayor para la Defensa anterior a Villaroya también está en una industria militar. Si nosotros hacemos un seguimiento de todos los mandos que han pasado a la industria es espeluznante. Esto es algo que pasa a diario y que recibe la propia autorización del Gobierno, que no haya compatibilidad para poder trabajar ahí. Es algo consentido porque el Gobierno también tiene sus puertas giratorias.
Con el gran coste profesional y personal que le ha supuesto denunciar todas las actividades corruptas del Ejército. ¿Considera que ha merecido la pena?
Es complicado. No ha mecido la pena, por supuesto. No ha merecido la pena porque te destrozan la vida a muchos niveles, personal, laboral, psicológico y físico. ¿Se lo recomendaría a alguien? No, no se lo recomendaría a nadie. Sin embargo lo volvería a hacer, esto es algo que tengo muy claro. Porque con todo prefiero mil veces este sufrimiento que puedo estar pasando antes que la carga y la responsabilidad de estar callado. Saber que estás haciendo algo mal y que no lo debes hacer es algo absolutamente terrible y con lo que yo no habría podido.