POLÍTICA

“Mucha ley de bienestar animal, pero las mascotas siguen viajando en un maletero como si fueran objetos”

Perros
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En España ya hay más perros que niños. Concretamente, tres millones más. Aquellos que tienen mascotas saben que un perro, un gato o cualquier otro animal de compañía es más que eso, un animal: es un miembro más de la familia. La Ley 7/2023, conocida como la Ley de Bienestar Animal, supuso un hito en la regulación y el reconocimiento de los derechos de estos seres vivos, que dejaron de ser considerados como objetos. Mucho se ha avanzado en la defensa y protección de los animales, pero más de un año después de su aprobación y entrada en vigor, sigue habiendo muchas “incongruencias”, algunas en algo tan sencillo como encontrar una vivienda o viajar en transporte público con ellas.

La nueva ley contempla que las mascotas podrán subir en los transportes, ya sean públicos o privados, siempre que “no constituyan un riesgo para las personas, otros animales y las cosas, sin perjuicio de lo dispuesto en la normativa sobre salud pública, en las ordenanzas municipales o normativa específica”. Sin embargo, hay diferentes interpretaciones sobre esto. Alsa, la conocida compañía de autobuses, asegura que en el proceso de compra de sus billetes se puede añadir un “billete del animal de compañía”, que se compra con un suplemento. Sin embargo, eso no parece aplicarse para los gatos, tal y como ha denunciado Víctor Javier Cavia, colaborador habitual de este medio, a través de sus redes sociales.

Como usuario de este tipo de transporte privado por carretera, preguntó antes de comprar un billete por la posibilidad de viajar con su gato junto a él en un asiento y dentro de su transportín. “Actualmente no es posible que las mascotas viajen en el habitáculo de pasajeros, por ello han de viajar en bodega dentro de un transportín”, fue la respuesta de Alsa. “Es una lucha permanente”, ha señalado Cavia en declaraciones a este medio.

Lucha que tiene muchos años de existencia. La Ley de Bienestar Animal, en teoría, venía para regular muchos aspectos, este entre ellos, pero la realidad actualmente es algo diferente. Antes de que esta entrara en vigor, este afectado recuerda que “ya me había pasado”, y desde marzo del año pasado ha ocurrido dos veces. “Mucha ley de bienestar animal, pero las mascotas siguen viajando en un maletero como si fueran objetos”, apunta.

La normativa especifica que los conductores y conductoras de taxis y de vehículos con conductor deben facilitar la entrada de animales de compañía en sus vehículos salvo circunstancias debidamente justificadas. Y en el caso de trenes, por ejemplo, también se ha adaptado a la nueva realidad de las mascotas. “Hace tiempo que Renfe permite llevar mascotas en un transportín”, recuerda Cavia. De hecho, tal y como informa en su página web, se puede viajar con mascotas de hasta 10 y 40 kilos, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos para que viajen junto a sus dueños.

Cabe señalar que la realidad es que Alsa no se opone a llevar animales de compañía, sino que los destina a la bodega de unos autobuses en los que van junto a las maletas, aunque según la compañía, en un compartimento apartado y con las condiciones necesarias. Y esto es lo que, en este caso, ha sido una línea roja que no se iba a cruzar. “Permiten llevarlo, es cierto, pero no en condiciones de salubridad”, opina el afectado, que cuestiona “¿quién garantiza que estarán seguros? ¿O que no hay ruidos que les molesten o humos que puedan entrar?”.

Entre las obligaciones que establece la Ley de Bienestar Animal podemos encontrar la castración de los animales y la colocación del chip antes de una determinada edad, realizar un test psicológico para ser apto en los casos de mascotas potencialmente peligrosas, tener un número máximo de mascotas en casa, las especies permitidas… Incluso se contemplan multas en caso de que estos animales de compañía permanezcan solos en casa más tiempo del permitido o que se les tenga de forma habitual en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios, vehículos o similares. “Maltrato es tenerles en una terraza pero no que viajen en un maletero”, critica Cavia.

Lo cierto es que la Ley de Bienestar Animal ha creado un marco legal, pero a partir de aquí se abre un panorama muy amplio, ya que cada medio de transporte tiene su propia normativa, e incluso cada municipio aplica sus medidas. Por ejemplo, el transporte urbano de las ciudades tienen su propia normativa respecto a la presencia de mascotas, aunque la mayoría, en mayor o menor medida, permiten que se pueda viajar con ellos.

El transporte no es el único motivo de polémica para muchos propietarios de mascotas. Las viviendas son otro de los focosen los que, cada vez más, se están dando conflictos entre arrendatarios y arrendados. Muchas ofertas de alquiler de vivienda pone como condición que no se admiten mascotas, lo que genera una desigualdad. En este caso, las mascotas ya se consideran “seres sintientes” y parte de las familias, pero la Ley de Arrendamientos Urbanos, que regula los alquileres, no se ha modificado, dejando libertad a los propietarios para decidir si aceptan animales de compañía. “Mucho se ha avanzado, pero sigue habiendo daños colaterales”, ha apuntado Cavia.