POLÍTICA
Denuncian "un ataque fascista por parte de tres individuos" a la manifestación contra el Galerna Fest y el "refugio" que dio la policía a los atacantes
La Asamblea Antifascista de Cantabria pretende “manifestar su versión” sobre lo acaecido durante los días 27 y 28 de septiembre, así como durante los días y meses anteriores, en relación al evento Galerna Fest convocado por la Asociación Alfonso I. Según el colectivo antifascista, su denuncia con respecto a este festival de carácter fascista y racista “no se trata de alarmismo”, sino de un “problema grave” que corre el riesgo de derivar en “disturbios raciales” semejantes a los acaecidos en el Reino Unido este verano, debido a la “instrumentalización por parte de la extrema derecha, culpando al extranjero o al diferente, de las pésimas condiciones laborales de los y las trabajadores, la falta de vivienda digna, recortes en los servicios públicos o las altas tasas de paro.”
La organización antifascista denuncia que “tanto el Ayuntamiento de Santander como la Delegación de Gobierno en Cantabria dieron permiso a este evento”
La Asamblea afirma que “meses atrás" tuvieron noticias del “evento fascista” que iba a desarrollarse en Santander y que fue “el trabajo de difusión y denuncia por parte de varias organizaciones, la Asamblea Antifascista incluida” lo que logró que el mismo no pudiera desarrollarse como inicialmente tenían previsto realizarlo. Además, la organización antifascista denuncia que “tanto el Ayuntamiento de Santander como la Delegación de Gobierno en Cantabria dieron permiso a este evento”. En relación a esta última, resaltan su “colaboración con la manifestación nazi-fascista” al permitirles ocupar vías públicas que no estaban legalmente comunicadas por los convocantes. Y esto con el agravante de que, para ello, “se desalojó a las compañeras de las Asambleas Feministas de Cantabria del Ayuntamiento de Santander, donde estaban realizando una actividad en favor del aborto, esta sí, reglamentariamente comunicada".
Así mismo, la Asamblea critica la actuación policial durante la manifestación antifascista “de carácter pacífico”, al pretender las autoridades “detener la marcha antes del lugar donde se tenía autorización para finalizar la convocatoria”. A pesar de esta intentona, la manifestación consiguió llegar hasta el lugar previamente comunicado y, allí, afirman haber sufrido “un ataque fascista por parte de tres individuos” que recorrieron la manifestación “insultando, amenazando e intentando robar banderas” de las personas presentes en la movilización.
El colectivo antifascista declara que fue “la respuesta rápida de las personas cercanas” la que impidió que “la cosa fuera a mayores”, y vuelven a denunciar a la comitiva policial por “dar refugio a atacantes nazifascistas” y por “amenazar a los manifestantes con cargar contra la manifestación si estos no abandonaban la carretera que solo habían ocupado momentáneamente como respuesta al ataque fascista”.
Además, la Asamblea responde a las declaraciones del Presidente de la Asociación Alfonso I al afirmar que “sí había presentes banderas de España en su manifestación”, haciendo alusión específica a la “tricolor republicana” que representa “la igualdad, la legalidad y la fraternidad” y que la presencia de banderas de otras naciones como la palestina o la libanesa responden a la “solidaridad internacionalista ante el brutal genocidio que esta sufriendo la población de ambos países por parte del sionismo alimentado por Occidente” a la que catalogan como “la nueva ideología fascista del siglo XXI.”
También afirman que pese a “la voluntad del Presidente de la Asociación Alfonso I de querer trasladar el carácter pacífico de su evento, esto dista mucho de la realidad” ya que, “además del ataque a la movilización antifascista, durante los días previos, también se produjo la persecución e intimidación a varios activistas antifascistas”. Y, además, afirman que “la parafernalia militar, los eventos de artes marciales, los conciertos de grupos con letras de odio y violencia explícita contra minorías y los discursos de incitación al odio” están lejos de poder considerarse “pacíficos”.
Ante las acusaciones de la formación política de ultraderecha VOX en el Ayuntamiento de Santander sobre la exhibición en la manifestación del 28 de Septiembre de banderas, símbolos e imágenes, que ellos califican de antidemocráticas. Solo decir que son de formaciones totalmente legales y las imágenes corresponden de personas que precisamente se distinguen por todo lo contrario que las que suelen portar las formaciones ultraderechistas que suelen ser de personajes que históricamente cometieron crímenes contra la humanidad o propiciaron golpes de estado que acabaron en dictaduras sangrientas por más de cuarenta años.
Para finalizar, la Asamblea Antifascista de Cantabria muestra su deseo de que el próximo año “no se vuelva permitir la realización de este mal denominado festival cultural” porque “la cultura no está para diseminar discursos de odio” ni “cualquier otro evento nazi-fascista similar” y, eso sí, afirman que, en caso de realizarse les “volverán a encontrar en frente” y “redoblarán esfuerzos para cuadruplicar el número de manifestantes mediante la unión de todas las fuerzas, progresistas, socialistas, comunistas, anarquistas o simplemente ciudadanos demócratas.”