El partido comenzó con un dominio absoluto por parte del filial racinguista. El Rayo Cantabria salió presionando en tres cuartos de cancha y dominando la pelota, sin dejar a la Gimnástica sacar el balón jugado. La primera oportunidad llegó de la mano de Musi, que envió el balón arriba a los diez minutos de juego. Desde ahí y hasta la pausa de hidratación, los de Mateo García fueron incapaces de conectar con el ataque.

Además, tanto Urri como Camus se cargaron con una amarilla que les ha lastrado durante todo el encuentro. Pablo Torre se ha convertido en la brújula racinguista enviando una falta muy cerquita del larguero, la más clara de la primera media hora. Tras la pausa de hidratación, Jerín con un zapatazo imparable, en el 37, adelantó a los de Santander. A partir de ahí, una tímida reacción gimnástica sin resultado hasta el descanso. 

En la segunda parte la Gimnástica de Torrelavega mostró otra cara. Presionando arriba la salida del balón racinguista y generando ocasiones. La primera, a los 30 segundos de manos de Hugo Vitienes. La misma encontró respuesta en una nueva falta a botas de Pablo Torre.

Posteriormente, Saúl se convirtió en el dueño del encuentro, primero con un disparo desde la frontal y después forzando un penalty que Borja Camus se encargó de transformar para poner el empate en el marcador. Tras el tanto la Gimnástica, se ha replegado consciente de que el resultado era suficiente aunque el Rayo Cantabria ha tenido una ocasión clarísima en el descuento en los pies de Mateo.

Ahora, los blanquiazules buscarán volver a Segunda B el sábado en su enfrentamiento con el Laredo.