El partido de Regional Preferente entre el Revilla y el Ribamontán, dos de los mejores equipos de la categoría en Cantabria, finalizó con un triste incidente que tuvo lugar en la grada.

El gol del guardameta local, Pablo, en el minuto 89 de partido, que daba la victoria al equipo de Revilla, desencadenó una disputa que terminó con la agresión de un aficionado del Ribamontán, que según informa la Cadena Sertiene 25 años y responde a las iniciales J.A.M, a Jesús González Salmón ‘Chucho’, de 60, miembro de la directa del Revilla, que quedó inconsciente durante unos minutos.

Después, los servicios médicos del 061 lo trasladaron al Hospital Marqués de Valdecilla, donde fue sometido a una serie de pruebas tras las que regresó a su domicilio.

Por su parte, el agresor intentó huir, incluso saltando por las vallas del campo, y tuvo que ser reducido por varias personas hasta la llegada de la Guardia Civil, que tomó las diligencias pertinentes antes de ponerlo en libertad.

El partido, al que todavía le quedaban algunos minutos, fue suspendido por el árbitro, Borja Mata Santiago. Tal y como indica la Cadena Ser, el trío arbitral denunció tras el partido a Manu Preciado, entrenador del Ribamontá, por insultos y un supuesto intento de agresión.

No es la primera vez que el fútbol cántabro vive una situación de violencia. El pasado mes de abril, una 'batalla campal' entre juveniles en Laredo situaba al fútbol regional en el centro de todas las miradas a nivel nacional.