En ese contexto, el hoy popular fenómeno que ha supuesto la llegada de los prestamos rapidos a través de internet ha hecho evidentes algunas de sus virtudes. La comodidad y la rapidez, por un lado; la accesibilidad y la flexibilidad, por otro.

Gracias a los préstamos rápidos, las personas pueden salir de más de un imprevisto y solventar situaciones de emergencia. Pero su utilidad va mucho más allá.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES Y VENTAJAS

• Proceso de solicitud sencillo: en aras de agilizar el proceso y reducir la burocracia, las plataformas encargadas de ofrecer préstamos rápidos presentan formularios intuitivos, no necesitan demasiada documentación más allá de datos personales, de contacto y bancarios; y además, ofrecen cotizaciones en tiempo real para que el usuario sepa las condiciones del préstamo incluso antes de hacer la solicitud.
• Desembolso rápido: apenas se ha aprobado el préstamo, los usuarios reciben el dinero en su cuenta bancaria. Este proceso puede durar entre 24 y 48 horas en los proveedores de préstamos rápidos mejor reputados.
• Sin garantías: se pueden solicitar préstamos sin tener propiedades, avales, sin estar en nómina, e incluso estando en listados de morosidad. Las condiciones serán otras, desde luego, pero no se cierran las puertas de la financiación.
• Tasa de interés variable: el usuario siempre controlará la tasa de interés basándonos en el cálculo del importe a solicitar y la fecha para la devolución. Algunas plataformas ofrecen préstamos sin interés por rápida devolución.

MÁS ALLÁ DE LAS EMERGENCIAS, UNA HERRAMIENTA DE FINANCIACIÓN VERSÁTIL

Pensar en los préstamos rápidos es pensar en cubrir gastos imprevistos. Y es que por sus propias características, la utilidad de tener el dinero rápido para dar cobertura a deudas que causan intranquilidad es innegable. Pero no se puede negar, por otro lado, que los préstamos rápidos tienen cabida en el mundo de la financiación por su versatilidad, más allá de ser un instrumento para apagar el fuego de las deudas que vencen a corto plazo.

• Consolidación de deudas: si bien es delicado el tema de asumir deudas para pagar otras, si las condiciones de las deudas por el préstamo son mejores a la deuda que se pagará, tiene mucho sentido aprovechar y simplificar dicha gestión financiera reduciendo el pago de los intereses.
• Financiación de proyectos personales: dependiendo de la cantidad, de la tasa de interés y del capital necesario, un préstamo rápido puede ser una opción potencial tanto para afrontar la reforma del hogar como para la compra de un bien material de importante cuantía. Después de todo, es un préstamo que casi siempre se aprobará y el dinero se tendrá en cuenta con la rapidez que el caso exige.
• Impulso a pequeños negocios: ser emprendedor es difícil, porque para competir y apalancarse hace falta tener recursos monetarios. De nuevo, algunas veces las condiciones permiten apostar por los préstamos rápidos para financiar ciertas actividades del negocio. Incluso, dentro del mundo de los préstamos rápidos hay plataformas dedicadas al emprendimiento y las PYMES.
• Complemento de ingresos: cuando se sabe que se recibirá un pago por parte del trabajo, pero por alguna razón falta dinero en el plazo inmediato, un préstamo rápido puede sacar del apuro para cubrir gastos básicos, deudas buenas o realizar pequeñas inversiones.

Los préstamos rápidos son una herramienta versátil, flexible y accesible. Aunque muchas personas los traducen en una financiación para solventar emergencias, lo cierto es que bien utilizados, como casi todas las opciones de financiación, pueden suponer un instrumento muy poderoso. Lo importante siempre será adquirir una deuda que se pueda pagar, explorar alternativas entre plataformas, aprovechar las promociones iniciales, y cuidar la reputación de buen pagador para obtener más promociones y recompensas, así como tasas de interés más competitivas.