SALUD DENTAL

La clave para una buena salud dental

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Mantener nuestros dientes en buen estado parece ser una cuestión complicada. En general, la población tiene interiorizado que ir al dentista es sinónimo de dolores, molestias posteriores y cuantiosos gastos.

Así que, espoleados por la curiosidad, hemos decidido personarnos en un centro odontológico y averiguar de primera mano qué opinan de este tema los profesionales médicos del sector. El centro escogido al azar, siguiendo criterios de estricta proximidad, ha sido la Clínica Dental Martín Riva en Santander.

De esta entrevista, hemos sacado una conclusión: mantener nuestra dentadura en buen estado no tiene por qué resultar caro ni molesto, siempre que conozcamos la clave.

PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA BOCA

La cavidad bucal es una de las grandes fuentes de enfermedades. Los dientes pueden ocasionarnos dolorosos problemas con las caries, que solo pueden ser solucionados mediante empastes o endodoncias, y en los casos más extremos, mediante la extracción de la pieza dental afectada.

Otro trastorno muy temido es la periodontitis, que tiene como consecuencia la caída espontánea de los dientes, a causa de la disminución de la masa ósea mandibular provocada por ciertas bacterias.

Y a todo esto, debemos añadir los diversos problemas relacionados con la alineación y distribución de las piezas dentales, que requieren la implantación de aparatos de ortodoncia.

La percepción general es que resolver todos estos trastornos es caro, molesto y sacrificado.

Sin embargo, hay una sencilla clave para mantener nuestra dentadura en buen estado, sin necesidad de grandes gastos ni intervenciones.

LA IMPORTANCIA DE LA REVISIÓN DENTAL ANUAL

La clave no es otra que visitar una vez al año a nuestro dentista. Las enfermedades de la boca cursan con un desarrollo bastante largo. Es decir, no aparecen de un día para otro, sino que en su fase inicial son asintomáticas, no producen ninguna molestia ni manifestación visual.

Por ejemplo, una caries en estado iniciático no será detectada por el enfermo hasta que la enfermedad ya esté avanzada, es decir, con infección, inflamación y dolor; y entonces ya solo podrá solucionarse mediante una extracción o una endodoncia. Pero un dentista, con una sencilla prueba, puede detectarla mucho antes de que provoque molestias, y deshacer el entuerto con un simple y económico empaste.

Lo mismo puede decirse de las enfermedades de las encías y de las piezas mal alineadas. Estos trastornos se comportan como una gotera en el techo de un edificio: el problema nunca va a menos, sino que crece, por lo que solucionarlo con rapidez sale más barato y, además, evita males mayores.

EXCUSAS PARA NO IR AL DENTISTA 

Las excusas para no ir al odontólogo pueden calificarse de mitos infundados, heredados de los tiempos en los que los dentistas trabajaban con métodos muy rudimentarios. Desmontemos las tres excusas más comunes.

  • Es carísimo: una sencilla revisión dental no es costosa. Lo que sí puede salir muy caro es acudir al dentista cuando nuestros dientes o encías están ya muy deteriorados. Y eso se evita haciendo la revisión anual indicada.
  • Es muy doloroso: tampoco, dado que las modernas anestesias e instrumentos facilitan que cualquier intervención sea poco invasiva y el dolor imperceptible.
  • Las molestias duran semanas: menos aún, ya que los analgésicos y antibióticos actuales permiten que cualquier persona supere el periodo postoperatorio sin sufrir más que ligeras incomodidades.

De todas formas, si cumples con tu revisión dental anual, poco han de importarte todos estos mitos. Siempre solucionarás cualquier posible problema en su fase inicial y a un coste muy razonable, con las mínimas molestias.