Medio Ambiente

La SEO urge a contener el vertido de fuel de la draga hundida en Suances, que amenaza a dos aves marinas protegidas

Imagen aérea del vertido de fuel

La draga Barlovento Primero se hundió tras abrirse una vía de agua el pasado 30 de mayo

La asociación conservacionista SEO/Birdlife ha urgido a que se priorice la contención del vertido de fuel de la draga que se hundió la pasada semana en la desembocadura del Saja-Besaya en Suances, ya que puede tener “graves” consecuencias para aves marinas, y es que el suceso se produjo a menos de una milla del Espacio marino de los Islotes de Portios-Isla Conejera-Isla de Mouro, una zona protegida que alberga la colonia de cría de dos especies igualmente protegidas: el paíño europeo y el cormorán moñudo atlántico.

La draga Barlovento Primero se hundió tras abrirse una vía de agua el pasado 30 de mayo y el vertido se ha producido en uno de los últimos lugares integrados en la Red Natura 2000, según avisa SEO en un comunicado en el que subraya que se trata de un área de especial relevancia para la reproducción del paíño europeo, cuyas colonias más importantes se encuentran en la isla Conejera-Pasiega, el islote de Portios y la isla de Mouro, y del cormorán moñudo atlántico, que presenta colonias relevantes en el entorno costero del espacio. “El vertido puede tener graves consecuencias en las poblaciones de estas aves si no se consigue contener”, avisa la asociación, que indica, además, que es la época de nidificación de estas especies, “su momento más delicado”.

El delegado de SEO/BirdLife en Cantabria, Felipe González, apunta además que estas aves se alimentan tanto en los ricos fondos marinos como en las aguas abiertas que rodean a estos islotes, por lo que Salvamento Marítimo “debe llevar a cabo la retirada total de fuel para garantizar su conservación”. Incide en que las marinas representan el grupo de aves “más amenazado a escala internacional”, toda vez que más de un tercio de las 346 especies conocidas presentan algún tipo de amenaza por la contaminación de las aguas con metales pesados, hidrocarburos o plásticos, y la disminución de presas. Según los últimos datos, su población global ha sufrido un declive del 70% en sólo 60 años, entre 1950 y 2010. “Las aves marinas son muy sensibles a los vertidos de hidrocarburos ya que no sólo les pueden afectar físicamente al impregnarse en sus delicados plumajes, sino que también afectan a sus fuentes de alimento, al contaminar y alterar el ecosistema marino”, apunta González.

Por todo ello, SEO/BirdLife traslada a Salvamento Marítimo la necesidad de detener y contener el vertido debido a la proximidad de estos islotes protegidos por la Unión Europea y “lo delicado” de la época en que se está produciendo. “Confiamos en que los riesgos medioambientales se tomen como una prioridad en este caso y que Salvamento Marítimo no escatime en esfuerzos para contener esta contaminación marina”, espera González. “No basta con fijarse ahora en lo evidente, se debe hacer un seguimiento posterior de las colonias de cría de aves marinas y demás componentes de los ecosistemas marinos de la zona para poder determinar el alcance real de la afección”, concluye.