“Respeto a todos los votantes y candidatos, pero Vox con el Partido Popular es un peligro, una marcha atrás completa”
Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943) necesita pocas presentaciones. No solo en Cantabria, sino en toda la geografía nacional. Ha estado al frente del Gobierno autonómico durante 16 años, los últimos ocho de forma consecutiva. Es el candidato más veterano de los que se presentan al Parlamento de Cantabria en estas elecciones autonómicas, y a pesar de las dificultades de la pasada legislatura, se muestra con energía y contento durante esta entrevista en la que repasa algunos de los proyectos más relevantes de los últimos cuatro años, de los que va a desarrollar en caso de ser reelegido, y de la amenaza que puede suponer un pacto de la derecha en el Ejecutivo cántabro.
Ha sido una campaña intensa. ¿Cómo la ha vivido?
Estoy recorriendo Cantabria de la mañana a la noche y veo buen ambiente hacia el partido. Pero en los partidos de la derecha, PP, Cs y Vox, veo un ambiente contra el partido y contra mi persona, y es hasta cierto punto lógico. Intentan por todos los medios desprestigiar la labor del Gobierno y a mí, que encabezo la lista del PRC. Pero en general veo un buen ambiente en toda Cantabria y una aceptación extraordinaria. No he tenido ningún incidente con nadie, me muevo en un coche alquilado y me lleva un diputado jubilado que se ha ofrecido voluntariamente para echar una mano. Estoy contento.
Hemos conseguido poner a Cantabria en el mapa, es una comunidad reconocible
Han sido dos semanas de acusaciones muy agresivas. ¿Cree que la política ha dejado de mirar a lo que realmente le importa a la gente?
El objetivo es ‘Revilla fuera’. Se niega todo, no está el AVE en marcha, el aeropuerto no bate el récord de pasajeros, el puerto no ha inaugurado terminal, ferries… Tenemos el segundo menor paro de España; en exclusión social somos, junto al País Vasco, los mejores; tenemos la mejor Educación. Niegan la evidencia. Cantabria, con los problemas que tenemos todos porque hemos salido de una crisis tremenda, va muy bien, muy fuerte. Estoy muy contento de cómo evoluciona la economía. Hemos conseguido cobrar la deuda íntegra de Valdecilla, hemos adjudicado el MUPAC, hemos adjudicado La Pasiega, vamos a ampliar el PCTCAN. Pero no se habla de eso. No les interesa. El tema es que Revilla es un desastre, hay que acabar con él porque lleva muchos años y no ha hecho nada. Ya quisieran las demás autonomías estar como estamos nosotros. Sobre todo, hemos conseguido poner a Cantabria en el mapa, es una comunidad reconocible. Dicen que tenemos mala imagen, que aquí no viene nadie. Pero por favor, si vamos a tener un año increíble, con el Año Jubilar Lebaniego. Llevo tantos años que solo intentan acabar conmigo.
¿Ha sido la legislatura más complicada que ha vivido? Me refiero a la pandemia, luego la guerra…
Mi gran reivindicación para estos años es el tren a Bilbao. Yo no voy a ir en él por edad, pero se va a hacer
Y el corrupto este que ha involucrado a un Gobierno que no tiene nada que ver. Un chorizo con tres empresarios que está en la cárcel. Ha sido una legislatura en la que durante dos años solo me dedicaba a venir aquí a las ocho menos cuarto y hablar con Sanidad sobre cuántos muertos había habido el día anterior, cuántos estaban ingresados en cama… Hubo un momento en el que más del 50% de las camas de Cantabria estaban llenas de enfermos de Covid. Teníamos 78 UCI y un día tuvimos 65 ingresados. Si no iban a la UCI, se morían. Era terrible, y las predicciones decían que íbamos a tener 3.000 hospitalizados. Teníamos instaladas camas en El Sardinero. Pero paró un poco la cosa. Sanidad tuvo que tomar medidas duras, yo pasé una temporada mala, con escraches en casa. La gente entendía que no hacíamos lo correcto, hubo muchos negocios cerrados. En un problema sanitario, Sanidad es la que manda. Pero creo que eso está superado, y afortunadamente Cantabria va muy bien.
¿Cuáles son los proyectos prioritarios del PRC para la próxima legislatura?
Lo que yo venía reivindicando está todo en obra. El AVE está adjudicado hasta Alar, y solo falta Reinosa-Alar, que irá el año que viene. Y Santander-Torrelavega está en obra. El tema de la deuda, que habíamos reivindicado siempre, está pagada íntegramente. Se está haciendo la obra de los protones de Valdecilla; el MUPAC está en obra; La Pasiega está en obra. Yo el año que viene me tengo que centrar en el tren a Bilbao, que la oposición cree que es un chiste, pero de eso nada. Tiene el compromiso del Gobierno de España, del Gobierno vasco, el Parlamento de Europa ha dicho que es imprescindible, y están haciendo el estudio informativo para la redacción del proyecto. En octubre nos lo entregarán y tendremos que hacer las enmiendas, pero va a haber un tren a Bilbao. Esa es mi gran reivindicación para estos años. Yo no voy a ir en ese tren por edad, claro, pero se va a hacer. Es imprescindible.
Otro reto es la Residencia de Cantabria, transformarla en algo útil. Probablemente haya que tirarla y hacer algo complementario de Valdecilla. Tenemos conversaciones con el Gobierno de España para que nos lo cedan, y solo lo harán si lo dedicamos a algo sanitario. Luego habrá que negociar a ver quién paga en caso de que el estudio que nos llegará en unos meses nos diga que hay que tirarlo, que yo creo que sí. Eso costará mucho dinero y tenemos que intentar que el Gobierno de España colabore en la demolición de un edificio que está prácticamente lleno de aluminosis. Pero la cesión va ligada para que tenga un uso sanitario, y sería un complemento para Valdecilla extraordinario.
Sé que Tezanos no tiene muy buen concepto de mí, pero eso no puede llevar a publicar unas encuestas que son irreales
Estos proyectos que menciona implican la colaboración del Estado. ¿Están asegurados o pueden paralizarse si hay un cambio de Gobierno?
Seguro que pueden paralizarse. El PP, en los debates que estoy teniendo, dice que es irrealizable. El Gobierno de España lo apoya; el Gobierno vasco apuesta, como me ha reafirmado el lehendakari; y el Parlamento Europeo también lo apoya. Tenemos 80.000 coches un fin de semana contaminando de Santander a Bilbao. 90 kilómetros con un tren que ahora está tardando 3 horas y 10 minutos. Claro que hay peligro de que eso no se haga. Igual que La Pasiega. El PP no lo ha querido nunca. El propio Íñigo de la Serna estuvo aquí pontificando que no era necesario y no se iba a hacer. Ya lo tenemos adjudicado.
Sin embargo, ahora Buruaga se compromete a ejecutar este polígono.
Ahora ya… Pero si hubiera seguido siendo ministro, eso no estaría ni comenzado. Decía que no era una obra interesante para Cantabria cuando es un proyecto imprescindible como expansión del puerto de Santander.
Una de sus iniciativas es modificar el Estatuto y tener más autonomía. ¿Qué modificaciones son más necesarias?
Las transferencias siempre hay que cogerlas teniendo en cuenta el coste del servicio, pero las cuencas hidrográficas son un dolor de cabeza para ayuntamientos y Gobierno de Cantabria. No podemos tocar nada de los ríos. Queremos que las cuencas sean transferidas y seamos las comunidades autónomas las que las gestionemos, pudiendo hacer obras para mover cauces cuando vienen inundaciones. Estamos atados de pies y manos.
Con el PP no están cerradas las puertas, pero hay que esperar a ver el resultado y hablar
Y hay otra cosa. Somos dos las autonomías que no tenemos transferido el Tribunal de Cuentas. Cuatro no podemos realizar decretos leyes, por lo que el presidente no puede convocar elecciones.
¿Veremos un cambio muy notable en Cantabria la próxima legislatura?
Muy notable, va a cambiar muchísimo. La Pasiega, el tren, el puerto, el aeropuerto, Valdecilla, el MUPAC. Son obras de una gran envergadura. Hablamos de cientos de millones de euros que se están movilizando para transformar una región. Incluso la ampliación del PCTCAN, que vamos a iniciar ahora en la Comisión Regional de Urbanismo para incorporar 170.000 metros cuadrados más. Está lleno, no se cabe. Nos decían si iba a venir alguien aquí, y ahora trabajan 4.600 chavales de 20 a 28 años, todos licenciados. Informáticos, ingenieros. Las empresas nos piden más espacio.
Ha calificado de “malintencionadas” las encuestas que apuntan a una pérdida de fuerza del PRC. ¿Cree que hay una tendencia contra el partido?
Creo que las de Tezanos sí tienen una mala intención. Maneja un instituto de 4.000 personas, y nos han dado en una 5 y en otra 6. Por favor, sabemos que no es real. Las encuestas tienen su efecto, porque cuando un organismo como el CIS dice que un partido se derrumba y no saca nada, a caballo perdedor la gente no se apunta. Es muy grave que un instituto público tenga a un señor con el que tengo una guerra desde hace años. Sé que no tiene muy buen concepto de mí, pero eso no puede llevar a publicar unas encuestas, y lo vas a ver el domingo, que son irreales.
Ahora que menciona esa confrontación, si no recuerdo mal el CIS también llegó a publicar que el PRC no entraría en el Congreso.
Tengo los datos. Nos daba 4,5%, y para tener representación hay que sacar un 15%. Sacamos un 21%.
El PRC está en una pinza influenciado por la gran campaña nacional de todos los días en los telediarios y en el Parlamento
En todo caso, los pactos parecen inevitables. ¿Ve posible un acuerdo con el PP después de lo que se ha dicho estos días, o se repetirá el bipartito actual?
Yo solo tengo una línea roja en el partido, y es Vox. Un partido que niega la autonomía, que ni siquiera pronuncia el nombre de Cantabria y habla todavía de la Montaña, de volver a Castilla y León, es antagonista total con un partido creado para recuperar el nombre de Cantabria y la autonomía. Aparte de otras cuestiones, es un partido muy radical y nosotros somos una formación progresista. Con el PP no están cerradas las puertas, pero hay que esperar a ver el resultado del domingo y hablar.
¿Qué puede suponer para Cantabria la llegada de PP y Vox al Gobierno regional?
Es un peligro, es una de las razones por las que me presento a las elecciones. Si no voy, probablemente entre los dos sumen 18. Creo que sería una marcha atrás completa. Seguro que se echarían para atrás muchos de los pasos que se han dado, sobre todo en cantidad de cosas que hemos conseguido en Educación, en Sanidad. Tienen otro concepto de las cosas y sería un pacto muy peligroso. Respeto a todos los votantes y candidatos, pero Vox con el PP es un peligro.
Uno de los mensajes que ha lanzado en esta campaña es que lo que se vota es Cantabria y municipios, no a Sánchez ni a Feijóo. ¿Cree que el ambiente a nivel nacional puede influir en la decisión?
Por parte de la gente tengo un respeto que agradezco mucho porque la política nacional está muy crispada
Sí que influye. Lo que intentan algunos partidos, sobre todo el PP, que sabe que su candidata resta votos a las siglas, es esconderse lo más posible. Incluso en los carteles sale una figura difuminada. Ellos se amparan en Feijóo. Lo que estoy intentando explicar a todo el mundo es que esto no va de Pedro y de Feijóo ahora, que eso es en noviembre. Ahora votamos para gobernar un territorio de 580.000 a unas personas con nombres y apellidos que somos lo suficientemente conocidos. Que no caigan en la trampa de convertir esto en unas elecciones generales. Ese peligro existe, claro, nuestro partido está en una pinza influenciado por la gran campaña nacional de todos los días en los telediarios y en el Parlamento. Feijóo-Sánchez, Sánchez-Feijóo, eso tiene su influencia, y desmontarlo cuesta.
¿Qué sensaciones le transmite la calle? ¿Qué le comentan los vecinos?
No he tenido nunca más aceptación en una campaña electoral. A día de hoy he firmado 6.800 platos que hago. La gente viene a por un plato de Revilla, yo solo les pongo la firma y el nombre. Veo un buen ambiente hacia mi persona. No he tenido ningún incidente con nadie, habrá mucha gente que pase de largo diciendo “mira este”, pero nadie se ha dirigido a mí para increparme. Eso se lo tengo que agradecer a la gente porque la política nacional está muy crispada. Pero por parte de la gente tengo un respeto que agradezco mucho.