Las preguntas sobre la legionela en el Balneario de Liérganes acorralan a la Consejería de Sanidad
Si el resultado positivo por legionela de una de las muestras tomadas el pasado 7 de agosto en la Piscina del Rey, en la que Alfonso XIII y su familia “tomaron aguas” a principios del siglo XX, fue notificado el pasado 16 de agosto, ¿por qué el departamento del Gobierno de Cantabria permitió que la Piscina del Rey siguiera abierta hasta 27 días después?
“Como dice la hija de la mujer fallecida, cosas como este brote de legionela son perjudiciales para ellos y sus negocios y por eso no les interesa que se sepan, pero por encima de todo está la vida de las personas”, advierten fuentes de Podemos.
Si el resultado positivo por legionela de una de las muestras tomadas el pasado 7 de agosto en la Piscina del Rey del Balneario de Liérganes fue notificado el pasado 16 de agosto, ¿por qué la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria permitió que la Piscina del Rey siguiera abierta hasta el 12 de septiembre, es decir hasta 27 días después? Si ese brote de legionela en la Piscina del Rey fue notificado el 16 de agosto, ¿por qué la Consejería de Sanidad no informó de él hasta el 20 de septiembre, es decir hasta 35 días después, cuando ya se había producido la muerte por neumonía por legionela de una mujer que visitó el balneario el 4 de septiembre? ¿Por qué sostiene la Consejería de Sanidad que el cierre de las instalaciones potencialmente infectantes habría sido “demasiado drástico”? ¿“Demasiado drástico” para las personas infectadas a partir del 16 de agosto o “demasiado drástico” para los intereses comerciales del Balneario de Liérganes, perteneciente a Relais Termal, la principal cadena de Balnearios de España?
Son algunas de las cuestiones que se ciernen sobre la Consejería de Sanidad y acorralan a la directora general de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, Virginia Ruiz Camino, y a la propia consejera de Sanidad, Luisa Real, que tendrá que responder a ellas en el Parlamento autonómico a preguntas de Podemos.
La Piscina del Rey se llama así porque el balneario la reservó para uso exclusivo de Alfonso XIII y su familia
El libro ‘Espejo cristalino de las aguas de España hermoseado y guarnecido con el marco de variedad de fuentes y baños’, escrito por el catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares Alfonso Limón y publicado en 1697, constituye la primera referencia escrita a la “Fuente Santa” de Liérganes. Veinte años después, el ‘Compendio de Albeitería’ del veterinario Fernando de Sande ya da cuenta de las “grandes virtudes” de sus aguas, utilizadas al menos desde finales del siglo XVII por vecinos del pueblo trasmerano y de sus alrededores. A principios del XX, son el rey Alfonso XIII y su familia quienes durante siete años visitan el balneario para “tomar sus aguas”, y allí se les reserva una zona, anexa al manantial de la Fuente Santa, que incluye una piscina termal para su uso exclusivo. Aquella piscina termal, que según anuncia el Balneario de Liérganes en su web ha sido “totalmente rehabilitada con las técnicas más modernas”–“chorros de agua y aire, subacuáticos y aéreos, dispuestos para el tratamiento de dolores y contracturas musculares en las diferentes zonas del cuerpo”–, bautizada como Piscina del Rey y puesta a disposición de los clientes del balneario.
El 7 de agosto se notificó el ingreso hospitalario de dos personas por neumonía por legionela tras su estancia en el Balneario de Liérganes y ese mismo día se tomaron muestras en el circuito de la Piscina del Rey. El 16 de agosto se notificó el resultado positivo por legionela de una de esas muestras, pero no se ordenó la paralización de la Piscina del Rey sino un “tratamiento de desinfección con hipercloración y neutralización con tiosulfato”. La paralización no se ordenó hasta el 12 de septiembre, cuando se notificó un nuevo resultado positivo por legionela en la Piscina del Rey. Es decir que hasta 36 días después del 7 de agosto –cuando se notificó el ingreso hospitalario de dos personas por neumonía por legionela– y hasta 27 días después del 16 de agosto –cuando se notificó el resultado positivo por legionela de una de las muestras tomadas el 7 de agosto en la Piscina del Rey–, la Consejería de Sanidad permitió que la Piscina del Rey permaneciera abierta, notificándose entre el 14 de agosto y el 20 de septiembre el ingreso hospitalario de 11 personas más –a sumar a las dos del 7 de agosto–, una de las cuales es una mujer asturiana de 83 años que acudió al balneario el 4 de septiembre y ha fallecido por neumonía por legionela y cuya hija ha asegurado que su madre “no habría acudido al Balneario de Liérganes si hubiera sabido lo que allí ocurría”, como lo sabían tanto el balneario de la cadena Relais Termal como la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria.
Fuentes parlamentarias de Podemos han destacado a este diario que la Consejería de Sanidad debe velar por la salud pública “por encima de intereses económicos y de proyección turística” y que está obligada “a informar puntualmente a la ciudadanía de los hechos de interés sanitario y a rendir cuentas sobre las medidas de protección para la salud pública que adopta”, y a hacerlo a través no de “técnicos y funcionarios” sino “de los responsables políticos de la consejería”. “Como dice la hija de la mujer fallecida, cosas como este brote de legionela son perjudiciales para ellos y sus negocios y por eso no les interesa que se sepan, pero por encima de todo está la vida de las personas”, han advertido las mismas fuentes.