Memoria

Una placa en el cementerio de Limpias honra la memoria de los 74 milicianos republicanos inhumados en una fosa común en 1937

Los fallecidos, encontrados por José Antonio Larrinoa, formaban parte del batallón Rosa Luxemburgo, y fueron enterrados tras un bombardeo franquista.

El sábado 29 de septiembre, a las 11:00 horas, se ha celebrado un acto en memoria de las víctimas de la Guerra Civil inhumadas en una fosa en el cementerio de Limpias. En la explanada situada frente al camposanto se ha llevado a cabo el homenaje a los 74 milicianos republicanos del batallón Rosa Luxemburgo fallecidos y enterrados en el municipio tras un ataque franquista en 1937.

Como representantes del Gobierno de Cantabria, han participado del reconocimiento con sus intervenciones el consejero de Educación Cultura y Deporte, Francisco Javier Fernández Mañanes y la directora general de Cultura, Eva Ranea. En representación del Gobierno Vasco han acudido el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández y la directora del Instituto GOGORA, Aintzane Ezenarro. Por parte del Ejecutivo autonómico del Principado de Asturias ha asistido la directora general de Justicia, Encarnación Vicente. El acto ha comenzado con la presentación de María del Mar Iglesias, alcaldesa del municipio.

"Sólo en Cantabria alrededor de 7.000 familias desconocen donde tienen enterrados a sus muertos”, ha afirmado Mañanes

“El cementerio de Limpias acogerá a partir de ahora una placa en honor a las víctimas inhumadas en este camposanto en 1937. Se recuerdan con ella unos hechos que nunca debieron producirse”, ha asegurado Francisco Javier Fernández Mañanes. “Cumplimos así nuestro compromiso de devolver la dignidad a las victimas de la Guerra Civil y la dictadura y de reconocer a las víctimas como tales. Es una apuesta por la libertad y la tolerancia”, ha explicado el consejero de Educación, Cultura y Deporte. “Es de justicia reparar el daño y recuperar la memoria de las victimas con la dignidad que merecen”, ha añadido. Por otra parte, Fernández Mañanes ha aseverado que desde el Gobierno de Cantabria ya han dado varios pasos para “tener lista la Ley de Memoria Histórica Democrática de Cantabria antes de que termine esta legislatura”. También se está impulsando la delimitación de un mapa de fosas que se remitirá al Ministerio de Justicia para hacer efectivo el reconocimiento de los fallecidos. “Es un deber moral inexcusable. Sólo en Cantabria alrededor de 7.000 familias desconocen donde tienen enterrados a sus muertos”, ha afirmado el consejero de Educación.

El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, ha constatado que esta celebración permite “otorgar a los fallecidos el lugar que merecen en la memoria de nuestro país” y a su vez “sacarlos del olvido”. Jonan Fernández ha agradecido a las familias y a José Antonio Larrinoa su constancia en la búsqueda de sus familiares: “Seguiremos en el empeño de recuperar el máximo de personas desaparecidas, clarificar la verdad y guardar su memoria”. La directora general de Justicia del Ejecutivo asturiano, Encarnación Vicente, también ha puesto en valor la celebración del evento: “En esta labor de recobrar la memoria histórica y democrática, desde el Gobierno de Asturias consideramos que actos institucionales como el de hoy contribuyen a reparar parte del daño causado por el conflicto civil y la represión posterior”. Encarnación Vicente ha afirmado que: “Nadie es ajeno al olvido y recobrar nuestra memoria es un baluarte para asentar nuestro futuro de convivencia, concordia y paz”.

Al terminar las aportaciones de los representantes institucionales se ha proyectado un esclarecedor vídeo elaborado por el Instituto Vasco de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (GOGORA). Tras dos actuaciones musicales, en el cementerio ante los familiares de los fallecidos y el resto de los asistentes, se ha descubierto una placa en memoria de estas victimas de la Guerra Civil. El delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga y la secretaria de Organización del PSC-PSOE, Noelia Cobo, no han querido perderse el emotivo homenaje.

Hace poco más de un año la historia de estos milicianos se desconocía en la zona. José Antonio Larrinoa, sobrino de uno de los fallecidos, puso en conocimiento del Ayuntamiento de Limpias la existencia de setenta y cuatro inhumaciones de víctimas de la Guerra Civil en el cementerio del municipio cántabro. 

LA CONSTANCIA DE JOSÉ ANTONIO LARRINOA PERMITIÓ ENCONTRAR LA FOSA

El descubrimiento se logra el año pasado a raíz de las investigaciones de José Antonio Larrinoa. Tras comunicar lo ocurrido en el municipio al Ayuntamiento de Limpias y consultar sus datos de 1937, se puso en contacto con el párroco de municipio. Le contó que su tío, Juan Larrinoa, había fallecido en la localidad. A través del registro de los archivos de la iglesia, se descubrieron los cuerpos de los setenta y cuatro integrantes activos de la milicia republicana, procedentes de Cantabria, Asturias y País Vasco, que fueron enterrados en la fosa común en el cementerio de Limpias. 

Esta iniciativa, junto a la cooperación de los Gobiernos de Cantabria, Asturias y País Vasco, ha posibilitado que se recabe toda la información que ha reconstruido los hechos acontecidos aquel aciago día del año 1937.

¿QUÉ LE OCURRIÓ AL BATALLÓN ROSA LUXEMBURGO?

La tropa republicana huía por la cuenca del Asón hacia Santoña, donde iban a coger un barco, cuando sufrió un bombardeo a su paso por Ampuero. Los heridos fueron trasladados a un hospital de sangre, un edificio ocupado durante la Guerra Civil que servía de sanatorio improvisado. El hospital es hoy en día el Palacio Eguilior, conocido popularmente como el Parador de Limpias. Aquellos que perecieron en el ataque fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de la localidad. Los nombres de los caídos fueron registrados en su día por el sacerdote del municipio. Gracias a esas rudimentarias inscripciones se ha identificado a gran parte de los fallecidos. Después de 81 años, hoy se ha dignificado la memoria de los setenta y cuatro milicianos republicanos caídos a manos del bando franquista en la Guerra Civil.