Los jóvenes no pueden independizarse: el alquiler supone el 94% de su salario sin contar gastos
La vivienda debería ser un derecho fundamental, pero cada año que pasa se hace mucho más difícil que los jóvenes puedan independizarse. El auge de las viviendas turísticas y los sueldos precarios convierten la búsqueda de vivienda para los jóvenes en un auténtica odisea.
En una nueva edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, se extrae que una persona joven debería destinar el 93,9% de su salario neto anual para alquilar en solitario. Y eso sin contar con los gastos de luz o de gas, sino únicamente el dinero que va directamente al casero. Como consecuencia, se recoge que solo el 16,3% de los jóvenes viven emancipados.
Según los datos del primer semestre de 2023, el porcentaje de jóvenes emancipados superó el 16% por primera vez desde el año 2020. Eso sí, todavía está por debajo de la situación que existía antes de la crisis del Covid-19 y a mucha distancia de los resultados previos a la Gran Recesión de 2008, cuando se superaba el 25%.
El alquiler es la forma más común de emancipación. Sin embargo, la subida de precios año tras año es superior a la de los salarios jóvenes. Esto significa que cada vez es más difícil acceder a un alquiler que suponga, como mucho, el 30% del salario mediano de un joven, “que la mayoría de los estudios señalan como el máximo aceptable”.
El precio medio del alquiler en el primer semestre de 2023 es el “más alto desde que existen registros”: 944 euros al mes. Una cifra que hace prácticamente inviable irse a vivir solo, ya que supone el 93,9% del salario mediano neto de una persona joven.
Si a esto le sumamos el gasto mediano de los suministros de una vivienda, de 138,12 euros al mes, continúa, “el precio de un alquiler en solitario junto los gastos de luz, gas y otros suministros sumaría 1.082,12 euros mensuales”. Es decir, a una persona joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir en solitario.