El secretario general del PSOE de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha garantizado este sábado que el Gobierno regional de regionalistas y socialistas aprobará la Ley de Memoria Histórica de la comunidad autónoma antes del fin de esta legislatura.

Así lo ha asegurado durante su participación esta tarde en una jornada sobre Memoria Histórica que su partido ha organizado en la Biblioteca Central, en la que también ha participado el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, el también socialista Francisco Fernández Mañanes, que ha explicado que se está "ultimando" el borrador de esta ley y el mapa de fosas.

El consejero ha explicado que el mapa "se remitirá al Ministerio de Justicia para iniciar toda la tramitación y hacer efectivo el reconocimiento de las víctimas".

Durante la jornada, Zuloaga ha defendido que esta ley "traerá verdad, justicia y reparación" para las víctimas en Cantabria y "no solo se dignifica el pasado, sino también el presente y el futuro" de la comunidad autónoma, ha informado en un comunicado el PSOE.

El líder socialista ha asegurado que se está elaborando "una ley para todos" que busca "recomponer la memoria de todas las personas que sufrieron la guerra y la represión franquista, desde un espíritu de concordia y reconciliación".

Zuloaga considera que "el consenso será fácil si entre todos, y a todos los niveles", se toman como "referencia las nuevas leyes y las recomendaciones de los organismos internacionales como la ONU" y por tanto "la exigencia de una política activa de promoción de la Verdad, Justicia, Reparación a las Víctimas y Garantías de no Repetición".

"Es un gran reto pero vamos a conseguirlo, entre todos, y trabajando todos juntos, para recordar, reconocer y recomponer la memoria de tantos que murieron, que sufrieron, que huyeron y que tuvieron que exiliarse para defender sus ideas", ha subrayado.

Para el secretario general del PSOE de Cantabria es una tarea que las actuales generaciones deben a sus "abuelos" y "padres" pero también a sus hijos, que, a su juicio, "deben de crecer y vivir en una sociedad plenamente democrática que recuerde su historia tal y como fue".

IMPORTANTE PEDAGOGÍA PARA EDUCAR A LAS PRÓXIMAS GENERACIONES

"Tenemos el reto de acabar esta legislatura con una Ley de Memoria Histórica que, tras 40 años de democracia y de autonomía, haga posible que la sociedad de Cantabria se reconcilie con el pasado y construir así un futuro mejor, en el que sobre todo nadie olvide nuestra historia y a quienes fueron víctimas de ellas", ha enfatizado durante su intervención.

En este sentido, Zuloaga ha recordado que la Biblioteca Central de Santander, donde se celebra la jornada, "fue espacio de represión, que fue un campo de concentración franquista y hoy es un espacio para la lectura, para la reflexión para el estudio y el análisis".

"Tenemos que educar a las próximas generaciones para que cuando entren por la puerta sepan que donde hoy se estudia antes se mato y se castigo a quienes pensaban diferente, a quienes legítimamente defendieron las ideas de libertad y paz en nuestra región", ha opinado.

A su juicio, "tan importante es hacer de estos espacios lugares para la Memoria como educar para que todos sepamos lo que significa un edificio como la Biblioteca". "Es la mejor pedagogía para que nunca más una historia tan cruel y dolorosa como la que vivimos aquí durante 40 años vuelva a repetirse", ha opinado.

Por lo tanto, para el líder del PSOE cántabro, "la memoria del pasado y la pedagogía social cara al futuro deben ser factores de identidad política y de orgullo para Cantabria".

Zuloaga ha apuntado que la ONU señala que el conocimiento por parte de un pueblo de la historia de su opresión pertenece a su patrimonio y, como tal, "debe ser preservado con la finalidad de preservar del olvido la memoria colectiva, principalmente para prevenir el desarrollo de tesis revisionistas y negacionistas".

También ha participado en la jornada el secretario de Memoria Histórica del PSOE de Cantabria, Mario Iglesias, que ha señalado que solo en la comunidad autónoma hay unas 7.000 familias "que no saben donde tienen enterrados a sus muertos".