Diez consejos clave para tomar correctamente los medicamentos
La OMS ha alertado de que el 50% de los pacientes incumple el uso racional de los fármacos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desvelado que el 50% de los pacientes toma medicamentos de forma incorrecta. En base a su definición de un uso racional de medicamentos, esto supone un incumplimiento de varios parámetros, como que el fármaco debe indicarse a cada paciente de manera específica, en la dosis correcta, durante el tiempo establecido y al menor coste posible para él y para la sociedad.
Y a pesar de que la prescripción del médico influye, el incumplimiento se debe en buena medida a la gestión que los propios pacientes hacen de estos fármacos. Es por ello que los especialistas y las asociaciones recomiendan un decálogo para usarlos correctamente, del que nos hacemos eco a través de Navarra.com.
- Confiar en tu médico: todos los especialistas y las organizaciones aconsejan seguir siempre las indicaciones y pautas de medicación, evitando suspender el tratamiento sin motivo justificado.
- Participar activamente: no se trata únicamente de tomar el medicamento. Es necesario tomar parte en las decisiones, hablando y consultando las dudas con los profesionales y estando de acuerdo con el tratamiento, tanto si es únicamente farmacológico como si requiere cambios en la alimentación, ejercicio, etc.
- Siempre en la farmacia: no es seguro comprar las medicinas en otros establecimientos o en Internet.
- Leer detenidamente el prospecto: es un consejo indispensable en el que se hace especial hincapié. Es importante conocer tanto el nombre comercial como el genérico, saber las dosis, cuándo tomarlas y durante cuánto tiempo, así como posibles reacciones adversas.
- Prestar atención a las indicaciones del prospecto: a pesar de las indicaciones del médico, es importante seguir las instrucciones acerca de la ingesta, ya que puede variar el modo de tomar los fármacos (si son pastillas, enteras o trituradas) y el momento (antes o después de comer).
- Guardar el envase: no solo el envase original, sino también el prospecto. Esto permitirá tanto identificarlo de forma rápida como consultar todo tipo de información en cualquier momento.
- Conservar el blíster: este envase en el que se hallan empaquetadas las cápsulas o comprimidos también debe cuidarse.
- Preparar un botiquín adecuado: si es posible es importante destinar un espacio exclusivo para la medicación, sin que haya otros artículos (sobre todo cosméticos o de limpieza) y fuera del alcance de los niños.
- Atención a los efectos secundarios: somnolencia, reducción de reflejos o calambres son algunas de las consecuencias físicas que puede provocar el medicamento, lo que obligará a vigilar la actividad diaria que realiza el paciente. Este tipo de efectos es importante conocerlos leyendo el prospecto.
- No olvidar el tratamiento: muchas veces el día a día puede provocar el olvido de alguna toma. Asociar el medicamento a alguna tarea diaria, utilizar un calendario de medicación o una sencilla alarma en el móvil pueden ser buenos recordatorios.