Después de Navidad los niveles de colesterol son un 20% más altos que en todo el verano
El colesterol elevado en sangre aumenta el riesgo de desarrollar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
Los niveles de colesterol son un 20% más altos después de Navidad que en el verano, según ha demostrado un estudio realizado por investigadores del Departamento de Bioquímica Clínica del Hospital Universitario de Copenhague y del Departamento de Medicina Clínica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
En el trabajo, publicado en la revista 'Atherosclerosis', se han analizado a 25.000 daneses, de los cuales el 90% tenían colesterol elevado tras las fiestas navideñas, por lo que los investigadores pudieron comprobar que el riesgo de tener los niveles elevados es hasta seis veces mayor tras las navidades. "Nuestro estudio muestra fuertes indicios de que los niveles de colesterol están influenciados por los alimentos grasos que solemos comer durante las comidas y cenas de Navidad. El hecho de que tantas personas lo tengan elevado es muy sorprendente", han aseverado los investigadores.
Además, y a raíz de los resultados, los científicos han avisado de que si se acude al médico tras las fiestas navideñas es muy probable que el colesterol salga elevado, por lo que han aconsejado a los profesionales sanitarios tener en cuenta este hecho y a las personas cuidarse en esta época para reducir los niveles de colesterol.
Finalmente, los expertos han recordado que el colesterol elevado en sangre aumenta el riesgo de desarrollar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, principales causas de mortalidad en todo el mundo.
Qué comer en Navidad
Por ello es recomendable comer sano en las épocas festivas de Navidad, sin excesos que puedan traer alguna enfermedad o complicación en nuestra salud. Expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) han alertado de que, debido a los 17 días no laborales de estas navidades y a las múltiples celebraciones que se llevan a cabo estos días, los españoles van a engordar una media de entre 3 y 5 kilos. Y es que, una sola comida de Navidad nos podría aportar entre 2000 y 2500 kilocalorías,
A la hora de diseñar el menú, los nutricionistas del IMEO han aconsejado sustituir las comidas ricas en grasas y azúcares por otras, a base de verduras y hortalizas, siendo preferible su consumo en crudo para favorecer la asimilación de vitaminas, así como restringir alimentos que aportan calorías vacías, como refrescos, dulces, 'snacks', golosinas y alcohol, ya que favorecerán la aparición de reflujo gastroesofágico, distensión abdominal, gases, digestiones pesadas, malestar general, aumento de los niveles de glucosa en sangre, triglicéridos y colesterol.
En el día de la celebración hay que sentarse en la mesa sin hambre y, por ello, en lugar de ayunar o 'aguantar hasta la comida', los expertos han aconsejado hacer muchas tomas pequeñas y ligeras a lo largo del día. Asimismo, comer despacio, saborear cada plato y disfrutar no sólo de la comida, sino también de lo que la rodea, son otros de los consejos aportados.
Una vez concluida la comida, hay que retirar todas las sobras de la mesa, incluida la bandeja de dulces típicos, pero calóricos e indigestos. De esta forma, se evitará seguir picoteando. "Para poner fin de la celebración, podremos proponer a nuestros invitados actividades que ayudan a hacer mejor la digestión: paseo, baile o juegos que implican movimiento, como concurso de mímica, por ejemplo", han señalado.