Este 26 de mayo de 2018 se cumplen 15 años de la tragedia del YAK 42 en la que murieron 62 soldados españoles. Un suceso que, tras todo este tiempo y habiéndose admitido que aquellos que ocultaron lo ocurrido fueron los responsables de que ocurriera, no se ha cobrado ningún responsable político. En este aniversario, Sara García, hermana de David García, uno de los fallecidos, escribe una carta recordando no solo su figura, sino haciendo balance de lo que han sido todos estos años, de la lucha incansable de las familias porque se asuman las responsabilidades acordes a los hechos.

Un aniversario que se cumple sin homenajes, sin que existan culpables y sin recuerdo a los muertos, como señala en su misiva. Precisamente lo contrario a lo que prometieron hace poco más de un año, cuando los medios de comunicación se llenaron de promesas para acallar el revuelo que se creó meses después de que un dictamen del Consejo de Estado vinculara al exministro de Defensa, Federico Trillo, “directamente con el ‘accidente’”.

A continuación reproducimos íntegramente el comunicado:

Después de 15 años y tras admitir que quien ocultó todo lo que pasó aquel día eran los mismos que tenían la culpa de lo que ellos, a día de hoy, seguirán llamando “accidente”, unos cuantos se indignan de no tener un homenaje, un acto por todo lo alto honrando vuestra muerte y resarciendo de alguna manera a los que nos quedamos aquí, algo de todo aquello con lo que se llenaron la boca hace poco menos de un año, que si una calle, un parque, un monumento…

Esos mismos que se indignan en público y a lo grande son los mismos que hace poco más de un año se hicieron una foto con los culpables de las muertes de sus familiares, que corrieron como borregos a darles la mano dejándonos a los demás a un lado, sin que nuestra opinión contase haciendo creer a la opinión publica que aquella asociación que daba la mano era la misma que representaba a todos los familiares, y ni mucho menos. 

Batallas absurdas e indignaciones aparte, llega el aniversario y como era de esperar todo aquello de lo que empaparon los medios de comunicación para acallar el revuelo que habían armado ha desaparecido, no hay homenajes, no hay culpables, no hay muertos, no hay Yak 42. Y no me sorprende, vivo en un país más preocupado por la final de la Champions, y por el Mundial de Fútbol que por ser gobernados por unos ladrones, unos asesinos, unos cómplices… Porque no somos los únicos, recuerden el Metro de Valencia, el Alvia… 

Se llenaron con nosotros intentando acumular redito político, diciéndonos lo que queríamos oír, que lo conseguiríamos, que esta vez sí, y fue mentira. Repito, no me sorprende. 

Así que hoy, te escribo a ti, a mi hermano, sé que no querrías ningún homenaje de los mismos gobernantes de la bandera que tu juraste defender hasta morir y que ellos mancharon con tu sangre innecesariamente, y yo tampoco lo quiero, yo te homenajeo cada día, te llevo conmigo, te pienso, te siento cerca, te cuento, y sé que estás aquí, empujándome cada vez que he creído caer, cuidando de tu madre, de tu padre y de tus otras dos hermanas, por eso eres tan grande, por haber sido capaz de arroparnos incluso después de robarte, y robarnos, la vida.

Este año he aprendido mucho, sobre todo a no dejarme llevar por la rabia, y empezar a entender que no se puede luchar contra ellos, son impunes, hagan lo que hagan. Por eso se acabó, que no se llenen la boca con homenajes a los mismos que “accidentalmente” asesinaron, que no lo hagan, que a ti, a tus compañeros, os llevamos nosotros, os honramos nosotros. 

Descansa David, por aquí todo sigue igual, pero lo hemos entendido. Te queremos.