SANIDAD

Crónica de un día de Urgencia en el Hospital de Laredo: dejan sin comer ni medicación a un paciente en ayunas

Espacio de Urgencias del Hospital de Laredo separado por paneles con ruedas

La situación de la sanidad en Cantabria no parece enderezarse. Cada vez son más las denuncias tanto de profesionales, por la precaria situación laboral que viven, como de usuarios, que critican un servicio deficiente que pone en riesgo su salud. La última de estas denuncias es la que ha realizado un paciente que acudió a su centro de salud “en ayunas para que me controlen la glucosa entre otros asuntos a explorar”, y que terminó en las urgencias del Hospital de Laredo, donde estuvo sin comer ni tomar su medicación hasta bien entrada la tarde.

Según el relato que ha hecho público este afectado, llegó al centro hospitalario a las 11:20 horas sin haber comido nada desde el día anterior. “Tras hacerme las pruebas pertinentes se me indica que se me van a dejar ingresado para controlarme”, explica. Y ahí permanece durante horas. “Han dado las 15:30 horas y no solo no he comido, sino que no he tomado la medicación de la comida, medicación que jamás se me ha suspendido, ni en ingresos con intervenciones muy serias”, critica para preguntarse si “¿en urgencias nunca reparten comida? ¿A nadie, sea cual sea su patología?”.

PROTOCOLO

Evidentemente, el paciente advirtió lo que estaba ocurriendo a los responsables de Urgencias, pero la respuesta fue que “hasta que no nos valoren los internistas, no podemos tomar medicamentos”, algo sustentado, en teoría, en “protocolos”. “Nada que discutir, aunque ganas no falten”, confiesa el autor del relato.

En estos boxes improvisados del Hospital de Laredo los pacientes no tienen intimidad ni para ir al baño

Aunque esto solo fue el comienzo. Como señala, “la sorpresa viene cuando se me anuncia que voy a ser trasladado a una sala controlada, que consiste en una moderno espacio, tipo almacén eso sí, muy blanco, con amplio espacio separado por paneles con ruedas unos de otros, en dos líneas que a su vez se separan por unos viejos biombos de ruedas que separan una hilera de camas de la otra, dejando entre biombos y camas un pasillo de poco más de un metro por el que pasa el personal sanitario”. Un espacio que comparte, claro está, con “otros enfermos o sus acompañantes”, es decir, “intimidad cero”.

BOXES IMPROVISADOS

Este espacio, que el propio afectado define como “boxes improvisados”, no solo no deja espacio para la intimidad, sino que “tenemos que hacer nuestras necesidades delante de los demás”, algo que “me gustaría discutir con el impulsor del “hospital amable” para llegar a entender que ese concepto”.

“Por cierto, la compañera de al lado ha pedido varias veces a gritos que le apaguen la luz, porque le molesta para su descanso y resulta que no se puede; todo el espacio se ilumina simultáneamente, incluso por la noche”, matiza este paciente.

PRUEBAS

Y mientras pasa el tiempo en este lugar del Hospital de Laredo, la comida sigue brillando por su ausencia. Son las 18:30 horas cuando “me tocan las pruebas que deben hacerme antes de ingresarme definitivamente”, y es entonces cuando hace la misma observación al doctor: “me perdí la comida en urgencias y la merienda en el ‘almacén’”, añadiendo que ya el año pasado encabezó la Plataforma de Usuarios de la Sanidad Pública en el Área Sanitaria 2 (zona oriental) y que, como entonces, “me veía comprometido a hacer una nueva denuncia”.

La respuesta del profesional sanitario viene a reflejar la situación que atraviesa la sanidad cántabra en estos momentos. Tal y como relata el afectado, la opinión del médico es que “si conseguíamos algo también sería beneficioso para el personal del hospital”. “Por lo que veo, no era el verano: la Sanidad en Cantabria sigue en declive”, concluye el paciente.

Es por eso que “me ha parecido más oportuno hacer la denuncia pública y ahorrar al SCS una hoja de reclamaciones y la burocracia de la tramitación”, si bien esta denuncia sí se ha hecho “ante la gerencia del hospital amable, pero derrochador en unas materias y cicatero en otras”. “A las autoridades sanitarias doy por hecho que les da lo mismo, ya que han conseguido el objetivo de avanzar en potenciar lo privado sobre lo público, “ni muertos” van a hacer nada por mejorar esta situación”, lamenta.