EDUCACIÓN

El Colegio Profesional de Educación Social de Cantabria advierte de la "preocupante situación" que atraviesan los profesionales por la "falta de recursos” tras el suceso de Badajoz

Manifestación por la Educadora social asesinada en un piso tutelado por tres menores en Badajoz

El Colegio Profesional de Educación Social de Cantabria (COPESCAN) ha advertido de la "preocupante situación" que atraviesan los profesionales del sistema residencial de menores en esta comunidad por la "falta de recursos" y ha instado a la Administración pública a realizar "cambios inminentes" en la región.

Así lo ha trasladado COPESCAN este miércoles en un comunicado, tras los hechos ocurridos en un piso tutelado de Badajoz, donde una profesional del ámbito social ha fallecido como consecuencia de una presunta agresión por parte de tres menores, ante la que la entidad colegial cántabra ha manifestado su "profunda consternación" ante esta tragedia.

Según ha señalado, la reciente modificación que redefine la distribución del personal en los diferentes turnos y establece que el nocturno sea cubierto únicamente por un auxiliar técnico educativo supone un "grave riesgo" tanto para los trabajadores como para los menores atendidos.

"FALTA DE RECURSOS"

COPESCAN ha alertado que la "falta de recursos", especialmente de personal especializado, está "afectando gravemente" la salud laboral de los profesionales, generando "altos niveles de estrés, sobrecarga de trabajo y situaciones de riesgo en el desempeño de sus funciones". Ha apuntado que actualmente se trabaja con "dotaciones mínimas de personal" y "en muchos casos se recurre a la contratación de personal en categorías inferiores con el único objetivo de reducir costes económicos".

Esta "precariedad", ha advertido, "no solo compromete la seguridad y el bienestar de los profesionales, sino que también dificulta la atención adecuada a los menores". Una situación que "se ve agravada" por el "perfil cada vez más complejo" de los menores atendidos, ha añadido.

En este punto, ha explicado que muchos de estos menores han tenido experiencias tempranas con adicciones, uso problemático de redes sociales, exposición a contenidos inapropiados como la pornografía y, en numerosos casos, han sido víctimas de maltrato, tanto en el ámbito familiar como en su entorno social e incluso institucional.

"Estas circunstancias dificultan el control de sus impulsos, lo que puede derivar en episodios de agresión, tanto hacia sí mismos como hacia los profesionales que los atienden", ha indicado el Colegio, que ha asegurado que "resulta prácticamente imposible que un solo profesional pueda gestionar eficazmente estas situaciones sin los recursos y el apoyo adecuados".