Cerca del 40% de los cántabros afirman haber sido discriminados en el trabajo por su edad
Casi 4 de cada 10 cántabros afirman haber sufrido, personalmente o en su entorno, algún episodio de discriminación laboral por la edad, y de ellos, un 17% manifiesta haberlo vivido a nivel personal. Así se desprende del estudio 'El Edadismo y su impacto en el mercado laboral', elaborado por la empresa especializada en recursos humanos Gi Group Holding, mediante la realización de una encuesta a nivel nacional en la que han participado a 2.004 personas de entre 18 y 65 años.
Según el informe, aunque más de 4 de cada 10 cántabros cree que el edadismo laboral perjudica a hombres y mujeres mayores de 45 años por igual, el 41% de las mujeres afirma haber sido discriminadas por su edad frente al 16% de los hombres.
El 83% de los cántabros pone de manifiesto la falta de inversión por parte de las empresas para reciclar a los perfiles senior
La cualificación profesional es clave en la discriminación laboral por edad para el 71% de los cántabros mientras que, a nivel nacional, la mitad de los encuestados cree que los trabajadores de menor cualificación son los más perjudicados.
Para los empleados, la formación y la experiencia deberían ser la base para la contratación de personal. Sin embargo, el 83% de los cántabros pone de manifiesto la falta de inversión por parte de las empresas para reciclar a los perfiles senior que carecen de habilidades tecnológicas.
La mitad de los cántabros cree que los trabajadores mayores de 45 años deciden opositar para conseguir un empleo estable hasta el momento de su jubilación.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
En todo el país, el 95,7% de los trabajadores considera habitual que las empresas utilicen la edad como sesgo a la hora de contratar o promocionar personal y más de la mitad reconoce que en su empresa, o en la última en la que han trabajado, han existido prejuicios vinculados con la edad en el momento de contratar o promocionar personal.
Según el estudio, el edadismo es una realidad para casi 9 de cada 10 españoles que aseguran la existencia de estos estereotipos en el mercado laboral. Entre las causas que justifican esta discriminación por razones de edad, destaca principalmente, la percepción que existe en la sociedad de hoy en día sobre lo que significa hacerse mayor. Sin embargo, para los trabajadores el hecho de cumplir años no es un impedimento para dejar de ser productivo y así lo aseguran más de 8 de cada 10 españoles encuestados.
Sin embargo, llama la atención el distinto punto de vista de los españoles según su edad. Mientras que un tercio de los jóvenes entre 18 y 34 años opina que la productividad de un joven es superior a la de una persona mayor, el 91,3% de las personas entre 55 y 65 aseguran lo contrario.
Así, más de la mitad de los españoles afirma haber sufrido, personalmente o en su entorno, algún episodio de discriminación laboral por la edad. Mientras que más de 7 de cada 10 encuestados entre 18 y 24 años reconocen haber vivido algún momento de este tipo, casi la mitad de los trabajadores entre 55 y 65 años asegura lo contrario. Del mismo modo, el 6% de los jóvenes afirma haber sufrido algún episodio de discriminación a nivel personal.
MÁS AFECTADAS LAS MUJERES
Cuatro de cada 10 trabajadores aseguran que son las mujeres las más afectadas, porcentaje que aumenta hasta el 48,6% si se tiene en cuenta sólo el testimonio femenino. Si se une el género con la edad, 6 de cada 10 mujeres afirman haber sido discriminadas laboralmente por la edad frente al 52,9% de los hombres que lo reconocen.
La existencia de episodios de discriminación laboral por la edad es algo que resulta habitual para más de la mitad de los encuestados, que asegura haberlos vivido personalmente o en su entorno. Según el estudio de Gi Group Holding España, el edadismo laboral no sólo afecta en mayor medida a las mujeres, sino que también depende de la cualificación profesional del trabajador para casi 3 de cada 4 españoles. Así, para la mitad de los encuestados, son los trabajadores menos cualificados a quienes este tipo de discriminación afecta en mayor medida, porcentaje que baja hasta el 42% en el caso de los mandos intermedios y al 25% entre los directivos.
Por otra parte, la formación y la experiencia de una persona debería ser la base para la contratación de personal para el 63% de los españoles. Sin embargo, la mayoría de la población española parece tener claro que existe una falta de apuesta por parte de las organizaciones para formar a los perfiles más seniors. Así, para el 83% de los españoles, las empresas no invierten lo suficiente en formación que permita reciclar a los perfiles senior que carecen de habilidades tecnológicas. Por edades, los más críticos con esta ausencia de inversión son los españoles entre 45 y 64 años, pues sólo 1 de cada 10 piensa que sí se está invirtiendo lo suficiente, un porcentaje que se multiplica por tres, hasta el 33,5%, si hablamos de la opinión de los jóvenes de entre 18 y 24 años.
Respecto al relevo generacional, para más de la mitad de los encuestados, cuando las personas senior salen del mercado laboral encuentran mayores dificultades a la hora de volver a incorporarse, aunque un 41,3% de los jóvenes entre 18 y 34 años opina que, en ocasiones, las personas mayores prefieren no volver a incorporarse al mundo laboral dado que cobran algún tipo de subsidio y tienen ahorros suficientes como para poder vivir.
Por otro lado, se consolida la creencia de que la edad de jubilación irá en aumento, según asegura más del 80% de los encuestados, aunque el 64% de la muestra opina que los perfiles de trabajo físicamente exigentes deberían tener la posibilidad de jubilarse antes. Ante esta situación, son muchos los españoles seniors que buscan otras vías para conseguir un puesto de trabajo. Así, el 65,3% de encuestados cree que los mayores de 45 años ven en la Administración Pública una opción viable.