La brecha en el paro entre mujeres y hombres en Cantabria aumenta ocho puntos en la última década
La brecha en el paro entre mujeres y hombres en Cantabria se ha disparado ocho puntos en los últimos diez años, al pasar de ser las mujeres en paro el 48,46% del total de desempleados en 2009 al 56,3% en 2018.
Así lo ha denunciado este viernes la secretaria de Mujeres de CCOO de Cantabria, Rosa Mantecón, para quien los datos del paro del mes de septiembre dejan al descubierto una "realidad dramática" como es "el rostro femenino del desempleo y la precariedad laboral en Cantabria".
A través de un comunicado, Mantecón ha lamentado que las declaraciones políticas tras el pasado 8 de marzo, cuando miles de personas se movilizaron en la región, no se han traducido en políticas activas de igualdad y la realidad es que de las 34.432 personas registradas como desempleadas en Cantabria a finales de septiembre, 19.406 (el 56,36%) eran mujeres.
Asimismo, ha alertado de que la brecha no ha dejado de crecer en la última década. Así, en septiembre de 2009 las mujeres eran menos de la mitad de las personas desempleadas (48,46%), y ahora hay un 7,9% más de mujeres paradas, con lo que la brecha es de 12,72 puntos.
Para la secretaria de Mujeres de CCOO la situación es "especialmente grave" porque mientras el porcentaje de mujeres en desempleo no ha dejado de aumentar, su afiliación a la Seguridad Social está estancada, ya que en septiembre de 2009 suponían el 44,96% del total de afiliaciones y septiembre de 2018 no superan el 46%.
Datos que llevan al sindicato a concluir que las mujeres consiguen más trabajo en el sector más precario, el de servicios, y abandonan el mercado laboral a un ritmo superior al de los hombres. "Cuando logran empleo es de peor calidad y peor retribuido ya que suelen tener jornadas de menos horas", ha explicado Mantecón.
De hecho, en estos años, la brecha de género salarial ha crecido a un ritmo aún mayor. La Encuesta de Estructura Salarial indica que entre 2009 y 2016 la brecha salarial ha crecido 12,5 puntos. Es decir, si en 2009 una mujer debía ganar un 25,9% más de lo que percibía para equiparar su salario a los hombres, en 2016 necesitaba un 38,4% más.
Desde 2009 a 2016 los hombres han visto crecer sus salarios en 2.277 euros anuales (un 9,9%), hasta situarse en una media de 25.210 euros, mientras las mujeres sólo han visto subir su salario medio en 6 euros (un 0,003% más que en 2009) y están estancadas en 18.216 euros.
En ese mismo año, 2016 ya se encontraban las razones de esta situación discriminatoria para las mujeres: el 76,74% de todos los contratos indefinidos de carácter parcial eran para las mujeres, al igual que el 61,8% de los contratos temporales a tiempo parcial, ha apuntado Mantecón.
"Menos horas, menos salario y una alta rotación, porque la mayoría de contratos hechos a mujeres se producen en la hostelería, el comercio y la industria manufacturera", ha argumentado la secretaria de Mujeres de CCOO, para quien la región "no tienen plan efectivo alguno para revertir esta situación que no sólo es estructural sino que va empeorando mes a mes".
Mantecón ha sostenido que "el mercado laboral es un espejo de la sociedad que tenemos en la que la mujer vale menos y, por tanto, es maltratada. Este es un tipo de violencia de género, aunque no genere titulares ni provoque políticas públicas serias".