Sucesos

25 detenidos al caer una red que introducía droga en la cárcel de El Dueso a través de un trabajador externo

Centro penitenciario de El Dueso, en Santoña

Ocupados 66 kilos de hachís, entre 35 y 40 de marihuana y una cantidad igualmente "importante" de cocaína.

Un total de 25 personas han sido detenidas, y tres de ellas han ingresado en prisión, al desarticularse una red de tráfico de drogas que operaba por distintos municipios de Cantabria y también en la cárcel santoñesa de El Dueso a través de un trabajador externo. Además, cinco de los arrestados son internos de esta cárcel: dos estaban en régimen de semilibertad y los otros tres aprovechaban permisos para adquirir sustancias y distribuirlas dentro. Han sido trasladados a otros centros de Cantabria. La investigación, que se originó en octubre del año pasado, comenzó sobre un interno del Centro de Inserción Social (CIS) 'José Hierro', ubicado en Candina (Santander), un hombre de 51 años de Suances que es "un histórico" en el tráfico de drogas, según han apuntado responsables de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que han participado en la operación, en una rueda de prensa celebrada hoy jueves. Al caer esta banda, que estaba "perfectamente estructurada, organizada y jerarquizada" y que distribuía droga "a media escala" por toda Cantabria, en localidades como Santander y Torrelavega, se han incautado 66 kilos de hachís, entre 35 y 40 de marihuana, una cantidad igualmente "importante" de cocaína, así como cerca de 7.000 euros en efectivo y vehículos de alta gama.

El empleado externo era una persona "legitimada" para entrar y salir sin tener que pasar por controles

Los investigadores, que han estado acompañados del delegado del Gobierno español en Cantabria, Pablo Zuloaga, el jefe de la Benemérita, Luis del Castillo, y el coronel de Operaciones de la Policía Nacional, Ángel Camafreita, han aclarado que no hay ningún funcionario de El Dueso implicado, sino un empleado externo. Se trata de un operario de una subcontrata que se encargaba de labores en los talleres, que gozaba de la "confianza" de la dirección del centro penitenciario y de la plantilla fija, ya que llevaba tiempo trabajando en la cárcel, a la que "entraba y salía con total libertad" valiéndose de dicha confianza. Y es que era una persona "legitimada" para entrar y salir sin tener que pasar por los controles a los que se somete alguien que accede puntualmente al penal, circunstancia que aprovechaba para introducir y distribuir la droga, porque sabía además "la forma" de hacerlo. También están involucrados cinco penados de la cárcel santoñesa, dos de ellos en régimen de semilibertad y los otros tres internos, que aprovechaban los permisos para adquirir sustancias y distribuirlas.

Pero la investigación, con la que se ha "cortado" una vía muy importante de introducción de droga –que se adquiría en diferentes puntos de España (hachís del sur y cocaína de distintos puntos, en función del mercado) y se distribuía por Cantabria– se originó al tener conocimiento los agentes que un interno del CIS conocido por el tráfico de sustancias estaba "muy activo y en un plano "muy elevado". Ese hombre, un suancino de 51 años que lleva "toda la vida vinculado" a sustancias estupefacientes, estaba en régimen de semilibertad en el CIS, por lo que se valió de esta situación para seguir dedicándose a esta actividad ilícita. Él "nos va abriendo todo el entramado" –han dicho los agentes– hasta llegar al resto de detenidos, 25 en total, que están relacionados directa o indirectamente con la banda y algunos cuentan con una "trayectoria muy abultada" en el tráfico de drogas y una amplia red de contactos, hasta el punto de ser conocidos por "generaciones" de policías y guardias civiles. Precisamente ese "bagaje profesional" ha hecho que se trate de una "complicada" operación. Los responsables de la misma han remarcado también que en la red estaban involucrados cinco presos de El Dueso, que siguen cumpliendo su condena aunque ahora tendrán que responder por las nuevas imputaciones derivadas de estos hechos. Estos internos tenían un "peso específico", un "estatus" y "mucho poder" en el penal, por lo que una de las primeras consecuencias ha sido el traslado "inmediato" a otros centros, para romper la red de contacto y distribución de drogas en el interior de la cárcel de Santoña.

Tras las detenciones que dan por desarticulado el grupo criminal –las últimas tuvieron lugar el pasado mes de junio y no se prevén nuevos arrestos, sino que se considera "cerrada" la operación– los máximos responsables de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y el delegado del Gobierno han destacado la "estrecha" coordinación y colaboración entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, en este caso además, de la dirección y funcionarios de El Dueso, que ha sido "fundamental".