La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT celebra este miércoles, 11 de octubre, en Santander, una jornada técnica para informar sobre las medidas para controlar y reducir los efectos del gas radón en lugares de trabajo especialmente expuestos a este compuesto gaseoso radioactivo, que es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco y que incide en aproximadamente un 10% de los algo más de 300 casos anuales registrados en Cantabria (entre 25 y 30 casos al año).

La jornada, que será inaugurada a partir de las 9:30 horas en el Hotel Santemar por el responsable regional de FeSMC-UGT, José Giráldez, contará con la presencia, entre otros ponentes, de Luis Santos Quindós, catedrático y director del Laboratorio de Radioactividad Ambiental de la Universidad de Cantabria (UC); y José Manuel López, doctor en medicina especialista en oncología y profesor asociado de la universidad cántabra.

Además, el foro técnico organizado por el sindicato incluye en su lista de conferenciantes al responsable de Salud Laboral de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Íñigo Fernández; y al director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), Amalio Sánchez, que expondrá el plan de actuación utilizado en la región contra este gas radioactivo presente en todos los suelos de la corteza terrestre que surge de la desintegración natural del uranio en rocas y tierra.

Según indica UGT, se calcula que en España los casos de deterioro de la salud motivados por el radón, tanto en centros de trabajo como en las propias viviendas, oscilan entre un 3 y un 14% de todos los casos de cáncer de pulmón registrados según el área geográfica que se trate, ya que este gas radioactivo se filtra del subsuelo con más facilidad en terrenos graníticos que en calcáreos.

DESDE ÁREAS SUBTERRÁNEAS A BALNEARIOS

En la jornada, que será clausurada por el responsable regional de Salud Laboral de la federación ugetista que la promueve, Pedro Cobo, se analizarán especialmente aquellos centros o lugares de trabajo más expuestos al gas radón, sobre todo los que se desarrollan en sitios cerrados o subterráneos o aquellos que almacenen aguas procedentes del subsuelo.

Cuevas y galerías o parking subterráneos, balnearios o depósitos de aguas procedentes del subsuelo, junto con las actividades propias de la minería o de la extracción de gas y petróleo y centros donde se manipule cobre o hierro, suelen ser los lugares señalados como los de mayor peligro de radón, a los que se une la industria del cemento.