PRC, AVIP y PSOE piden que el centro cultural de Barcenilla pase a denominarse Mauro Muriedas
Los grupos municipales de PRC, @AVIP y PSOE han solicitado al Ayuntamiento de Piélagos que el centro cultural de Barcenilla lleve el nombre del escultor y pintor nacido en esta localidad Mauro Muriedas, que ya en 2008 fue reconocido como hijo predilecto del municipio. Los portavoces han destacado en un comunicado la trascendencia de la obra de Muriedas, que "transciende la mera representación formal" para convertirse en un "testimonio social y cultural invaluable, que une pasado y presente, ruralismo y modernidad".
Han defendido que su legado artístico se revela como un "documento social" para comprender la realidad histórica de Cantabria al representar las "duras" condiciones de vida en el campo, la mina y el mar. Por todo ello, han registrado esta mañana la propuesta dirigida al alcalde, Carlos Caramés (PP), para que se proceda al cambio de denominación del centro cultural.
Según se explica en el documento, Mauro Muriedas es una figura emblemática en la historia del arte contemporáneo de Cantabria, cuya obra se caracterizó por el uso de la madera y una profunda conexión con su entorno social, las tradiciones y la vida rural cántabra.
Nació en 1908 en Barcenilla de Piélagos, entre los barrios de La Portilla y La Fuente en una casa montañesa cercana a la iglesia de Santa María. Fue su padre quién le enseñó a trabajar la madera, material que empleó en la mayor parte de su obra. Aunque acudió a la Escuela de Artes y Oficios en Torrelavega y en 1931 fue becado por la Diputación de Santander para completar su formación escultórica en Madrid (en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Complutense), casi toda su obra es autodidacta.
La Guerra Civil truncó su formación y tras la finalización del conflicto comenzó a trabajar como peón en la mina de Reocín, actividad que desarrolló hasta su jubilación, lo que le hizo ser conocido en los círculos artísticos de Cantabria como el escultor minero. A pesar de la rudeza del trabajo en la mina, nunca dejó de desarrollar su arte y expresar, a través de sus esculturas, el amor por su tierra y sus tradiciones.
Mauro Muriedas falleció en 1991 en la capital del Besaya, donde desarrolló la mayor parte de su vida artística y profesional. En el año 2022, con motivo de la celebración del 30 aniversario de su muerte, la Universidad de Cantabria recibió más de un millar de dibujos, bocetos, linografías y obras diversas, mediante un convenio de donación de su único hijo, para su inventariado, catalogación y digitalización, con el objetivo de hacerlas accesibles para su investigación, análisis y difusión.