Comienza la segunda fase de regeneración del Alto del Cuco
Gobierno, Ayuntamiento y ARCA han replanteado el proyecto para conseguir una ladera "lo más naturalizada posible".
La vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente, Eva Díaz Tezanos, ha visitado hoy el inicio de la segunda fase de la ejecución de la sentencia de demolición del Alto del Cuco, destinada a la restauración y rehabilitación ambiental de la zona hacia una ladera "lo más naturalizada posible". El proyecto cuenta con una inversión de más de 1,9 millones de euros y un plazo de ejecución de un año, tras el que se mantendrá la vigilancia ambiental durante otro año.
Díaz Tezanos ha estado acompañada en la visita por la alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio; el director general de Urbanismo, Francisco González Buendía; el director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio, miembros de la Corporación Municipal de Piélagos, así como el presidente y el secretario de ARCA, Adán Musi Restegui y Carlos García, respectivamente.
Han dado a conocer los detalles técnicos del proyecto los representantes de TRAGSA, Roberto Morado y Magdalena Pi, cuyo "buen trabajo" a lo largo de todas las fases ha sido puesto en valor por la vicepresidenta.
Díaz Tezanos ha explicado que esta segunda fase de la actuación supone dar cumplimiento al compromiso del Gobierno de "volver a poner la ladera lo más parecida posible a como era" tras "una de las mayores aberraciones urbanísticas habidas en Cantabria", mediante la regeneración ecológica y paisajística de todo el ámbito de actuación.
La vicepresidenta ha recalcado que el actual Gobierno tuvo que asumir lo que el anterior Ejecutivo del PP no asumió, la ejecución de una sentencia que contemplaba el derribo de 214 viviendas declaradas ilegales de las más de 400 que estaban proyectadas. "En 2015, nos encontramos numerosos requerimientos judiciales" y "teníamos la clara voluntad de respetar y ejecutar esa sentencia", ha dicho.
Díaz Tezanos ha destacado el "papel importante" del Ayuntamiento de Piélagos a la hora de retomar el acuerdo suscrito en 2013 mediante el que el Gobierno de Cantabria adelanta los gastos de demolición y regeneración.
A este respecto, la alcaldesa ha destacado la importancia de la aportación del Gobierno de Cantabria para la regeneración del entorno, subrayando que sin la ayuda regional el Ayuntamiento no habría podido afrontar la ejecución de la sentencia. Además, ha señalado que el Ayuntamiento ya está devolviendo al Ejecutivo el dinero adelantado, cumpliendo con lo pactado en el convenio.
Díaz Tezanos ha destacado también el papel "tan importante" de ARCA, con quienes "hemos mantenido conversaciones y compartido que el resultado deseado es que dentro de un tiempo, cuando la naturaleza lo permita después de la intervención humana, gracias a esta actuación tengamos una ladera lo más naturalizada y lo más parecida posible al entorno anterior a las edificaciones".
Para el secretario de ARCA, esta actuación marca un "hito", no solo por el derribo de las edificaciones sino por la solución adoptada para llevar a cabo la restauración.
Tal y como ha explicado Carlos García, el Gobierno y la organización ecologista han llegado a la solución de "acercarse lo más posible al estado natural frente a la propuesta del Gobierno anterior de dejar las terrazas como estaban y hacer un parque lineal", una solución, en opinión del secretario de ARCA, "demasiado urbana y no propia del entorno de los montes Tolío y Picota".
LO MÁS NATURALIZADO POSIBLE
Con el fin de que los terrenos en los que en su día se construyeron viviendas ilegales recuperen el aspecto más naturalizado posible, el Gobierno de Cantabria ha iniciado esta segunda fase de la regeneración ambiental y paisajística del Alto del Cuco, con una inversión que asciende a 1.927.508 euros y un plazo de ejecución de un año.
Posteriormente, la labor de vigilancia ambiental de la zona podría encajar, según ha señalado la vicepresidenta, dentro de las acciones de Plan PROVOCA, que, con la movilización de alrededor de 9.000 voluntarios participantes en acciones de regeneración y recuperación ambiental cada año, es "uno de los más importantes" de España.
LAS OBRAS
Las obras, realizadas a través de TRAGSA, consistirán en establecer una cubierta vegetal estable y autosuficiente que permita recuperar el ecosistema y la funcionalidad ecológica; garantizar la recuperación paisajística y la función estética; estabilizar y proteger el suelo, e integrar los espacios naturales y urbanos.
Estas actuaciones se han iniciado, una vez ejecutadas las demoliciones, incluidas en la fase primera de este proyecto, y tras revisar el proyecto original en base a criterios de eficiencia, optimización de recursos, intervención con máxima naturalización y control de especies invasoras, entre otros aspectos.
Los trabajos comenzarán con la regeneración topográfica de la ladera, que alcanzará la práctica totalidad del antiguo sector, excepto las cotas más elevadas en las que no se ha alterado la topografía original. El objetivo es la restauración de la ladera, buscando una morfología similar a la general del monte Tolío, dentro de unos parámetros de viabilidad económica que implican la búsqueda de una compensación de tierras que evite costosos préstamos exteriores.
Este primer paso también incluye actuaciones previas como la demolición de muros ecológicos; pavimentos y acerados, y otras adicionales y complementarias como elementos de drenaje y pequeños sostenimientos.
Asimismo, se contempla la ejecución de una senda peatonal a través del espacio regenerado que permitirá conectar con la red de sendas existentes, accediendo de este modo al recorrido paisajístico y cultural, a modo de circuito por los hitos de la Picota y el Monte Tolío, y a los puntos más significativos desde el punto de vista de su ubicación y el grado de emisión de visuales.
El objetivo es contribuir a ampliar la oferta turístico-cultural de la zona costera de Cantabria y a la divulgación y concienciación ambiental a partir de la puesta en valor de los elementos paisajísticos y culturales del monte Tolío.
El paso siguiente será la regeneración ambiental mediante una actuación a modo de semillero, que sirva para que posteriores actuaciones, fuera ya del ámbito del proyecto y desarrolladas por iniciativas municipales y de voluntariado, continúen con este proceso de regeneración.
Esta segunda actuación se plantea de forma graduada en función de los siguientes niveles o zonas: la zona superior de las laderas del Alto del Cuco; la zona o banda intermedia en la ladera, y la zona sur hasta el límite con el suelo urbano ya existente.
Mientras que la regeneración edafológica de la ladera contempla enmiendas orgánicas, adición de arcilla expandida e incorporación de tierra vegetal, la revegetación incluye hidrosiembras y plantación selectiva y parcial de especies arbóreas, arbustivas, lianas y herbáceas.