El acusado de agredir sexualmente a la hijastra de su tío niega los hechos y la madre de la menor duda que “la haya forzado”
La menor, de 11 años, ha asegurado en su declaración preconstituida que los hechos ocurrieron “unas ocho veces”.
El acusado de mantener relaciones sexuales con la hijastra de su tío, de 11 años de edad, ha negado los hechos y ha asegurado que sólo tocaba a la niña cuando estaban jugando o haciéndola "cosquillas" pero "nunca" nada sexual.
Mientras que la madre de la menor, aunque cree que pudo haber "algo", ha expresado sus dudas de que él "la haya forzado". "Ella siempre estaba diciendo lo guapo que era, que lo es, por eso creo que no haya sido sólo él", ha dicho.
Ambos han declarado este jueves en el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que la Fiscalía ha mantenido su petición de 15 años de prisión para el joven, mientras que su defensa ha reclamado la libre absolución debido a las "dudas" en el caso.
Cabe destacar que la madre de la menor, según ha relatado, denunció porque le llegó una "carta anónima" en la que se relataban los hechos pero, una vez con el procedimiento en marcha, remitió un escrito al juzgado pidiendo que "no se siguiese adelante para olvidar esto".
El joven, que tenía 21 años cuando supuestamente sucedieron los hechos y convivía con la niña en la misma vivienda en Meruelo, entre abril y junio de 2015, ha relatado que compartió habitación con la menor durante "dos o tres semanas" y después pidió cambiarse a otra para tener "privacidad".
Precisamente, según el testimonio de la menor, cuya declaración preconstituida se ha visionado en la vista, los hechos ocurrieron "unas ocho veces" -aunque la defensa dice que ha modificado varias veces la cifra en sus declaraciones- cuando ambos dormían en la misma habitación, en la que había dos camas.
La niña ha contado que, antes de ir a dormir, ella y su primo jugaban en la habitación y, cuando ella se metía en la cama porque tenía sueño, "se metía en mi cama, me agarraba, me quitaba los pantalones, luego se los quitaba él y me metía el pito". "Me dolía un poco, pero tampoco tanto, un poco, no mucho", ha dicho.
OCHO VECES
Eso mismo, según la menor, ocurrió "más de una vez", unas "ocho" o "diez", aunque su relato de los hechos siempre ha sido el mismo y, preguntada por las psicólogas sobre si su primo le hacía algo más, ha indicado que "alguna vez" le decía que "le tocará" pero le dijo que no y que, cuando pasaban los hechos, olía a "calimocho".
Sobre por qué no se lo contó a nadie y no gritó cuando aquello pasaba sabiendo que su tío dormía en la habitación de al lado, ha señalado que tenía "miedo" de que su primo la pegase aunque, a preguntas de la defensa, ha contado que, cuando el acusado ya estaba en la otra habitación, un día le llamó para que la arreglase la tele pero ahí no tenía miedo porque "si pasaba algo estaba mi tío al lado".
Lo sucedido con su primo se lo contó a una amiga del colegio, cuya madre "puede ser" quien envió la carta anónima, según ha dicho la progenitora de la víctima, aunque "nunca se lo he preguntado" para "no revolver" el asunto "por el bien de mi hija". Sobre esa carta, la niña ha manifestado que "estuvo bien lo de la carta para que lo supiesen mis padres".
La defensa ha sacado a colación que en ese carta, prueba documental en el caso, también se decía que la menor había mantenido relaciones con "otro mayor" del pueblo, pero la madre ha dicho que cree que en ese caso no era cierto porque "siempre que ha estado con él ha sido en mi presencia" y se lo pudo decir a su amiga solo por "hacerse la mayor".
En el caso del sobrino de su marido, tenía "mis dudas" y, por ello, acompañada de su marido y la niña, acudieron a hablar con él y, según ha dicho, reconoció que "había habido algún tocamiento y besos pero no penetración" y, tras ello, acudió a los juzgados a denunciar.
Preguntada por si notó algún cambio en la niña durante el periodo en el que supuestamente sucedieron los hechos, ha indicado que no, que estaba "normal" y su relación con el primo "como siempre, discutiendo todo el tiempo".
En la misma línea se ha pronunciado el tío del acusado y padrastro de la niña, que su sobrino y ella "discutían" pero "nunca" notó "nada raro" en su relación durante el tiempo que ambos dormían en la misma habitación, cada uno en una cama. Preguntado por las partes, ha explicado que su sobrino iba a trabajar con él y que al final de la jornada iban al bar a beber.
También ha indicado, al igual que su mujer, que el joven les reconoció que "solo la tocó y le dio algún beso" pero aseguró que "no" hubo penetración.
RELATO CREÍBLE DE LA MENOR
Por otro lado, en la vista de este jueves, en la que el juicio ha quedado visto para sentencia, también han declarado como peritos unas psicólogas y los médicos forenses que examinaron a la menor en urgencias y seis meses después de los hechos.
Las psicólogas han manifestado que, según las pruebas realizadas, el relato de la niña es "creíble" y han detallado que su testimonio fue "libre y abierto" y en sus expresiones se vio que los conocimientos sexuales que tiene son "acordes a su edad". "Le daba vergüenza y se mostraba pudorosa" cuando se le pedían detalles sobre qué le hizo su primo, han dicho.
Por otro lado, los médicos forenses han indicado que, en su exploración a la menor, que es "alta" y "bastante desarrollada" para su edad al haber tenido una "pubertad precoz", les contó los hechos y les dijo que no sucedían cuando ella tenía la regla y lo relató de "manera espontánea".
Sobre la exploración, han detallado que observaron que la menor tiene el "himen permeable", es decir, "íntegro pero dilatado", y que no vieron "lesiones agudas recientes ni crónicas antiguas".
15 AÑOS
Tras practicarse la prueba, las partes han elevado a definitivas sus conclusiones, solicitando la Fiscalía una pena de 15 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual mientras que la defensa ha insistido en solicitar la libre absolución.
La fiscal ha asegurado que, aunque le hubiese gustado ver "cosas dudosas" en el relato de la menor para haber rebajado la pena o retirado la acusación, "pedimos una sentencia condenatoria de 15 años" porque lo que cuenta la niña "ocurrió y es inaceptable". Ha criticado que, en la vista, no se haya visto "una madre coraje" sino una que duda de lo que cuenta su hija que, consintiese o no las relaciones, "es una menor de 11 años y no se la puede tocar".
Por su parte, la defensa ha lamentado que el Ministerio Público mantenga su petición de 15 años a pesar de las "dudas" que, a su juicio, hay sobre el caso. "Da escalofríos que alguien pueda hacer eso a una niña de 11 años, pero también da escalofríos una pena de 15 años de prisión para un joven de 23 años que puede ser inocente, dadas las incoherencias en el relato de la menor", ha dicho.
Además de considerar que lo que dice la niña "no es verdad", ha cuestionado el procedimiento desarrollado en el caso, al que él como abogado de oficio se incorporó casi al final, ya que no se investigó al "otro mayor" al que se nombraba en la carta y con quien la menor también pudo tener relaciones. "Podemos tener otro culpable en la calle", ha enfatizado ante el tribunal.